La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha publicado un breve comunicado en su cuenta de facebook en el que justifica las razones que le han llevado a bloquear y censurar en redes sociales los comentarios relacionados con la crisis abierta con Tenerife Shipyards. Dice la entidad pública que “es una defensora a ultranza de la libertad de expresión, siempre y cuando las diferentes opiniones se produzcan dentro de los límites del respeto a las personas, las instituciones y, por supuesto, dentro de la legalidad”.
Agrega que “en nuestros perfiles de redes sociales hemos alentado el debate y la crítica, porque pensamos que aprendemos de todo ello. Por tanto, como administradores de las redes sociales de Puertos de Tenerife, eliminaremos todos aquellos comentarios que contengan insultos o acusaciones injustificadas, así como aquellos que no correspondan con la temática de la entrada”.
Lejos de aplacar los ánimos de la plantilla del astillero tinerfeño de reparaciones navales, que reacciona como una piña en torno a la empresa que les ha dado la mejor oportunidad de sus vidas, los ha caldeado aún más y se sienten, sencillamente, humillados e indignados. No parece, a priori, que se vayan a quedar con los brazos cruzados y aunque el presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Suárez, les haya pedido una tregua mientras está de viaje en la Seatrade de Miami, temen por sus puestos de trabajo y no bajan la guardia.
Estamos de acuerdo en que los insultos y las acusaciones infundadas, sean del tipo que sean, no tienen cabida en ningún caso, como pensamos también que las cosas se pueden decir de manera elegante, de forma que causen más efecto que dichas de manera inadecuada. Sucede, en este caso, que un instrumento como las redes sociales de un ente oficial o una empresa pública o privada hay que saberlo manejar con suma habilidad y hay que estar preparados para lidiar situaciones de crisis, sea cual sea su origen y alcance.
Aunque lo ideal sería que este tipo de situaciones no se produjeran, no viene mal echar mano de manuales y asesores especializados e, incluso, pasar de nuevo por las aulas y actualizar conocimientos y procedimientos. Recordamos, pues así lo hicimos hace algún tiempo, a los magníficos profesores del máster que tiene la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna, que imparten docencia en horario de tarde y estamos seguros ayudarían a enfocar con plena solvencia y experiencia cómo resolver de la mejor manera posible este tipo de situaciones.
Foto: Puertos de Tenerife