Cuando finalice la erupción volcánica que acontece en la comarca occidental de la isla de La Palma –y algunos parámetros significativos apuntan a que el volcán está perdiendo energía, lo cual es sintomático de que ocho semanas después se aproxima su final–, el buque hidrógrafo “Malaspina” (A 31) tiene la misión de actualizar la cartografía en esta parte de la isla, tras la afección que suponen los brazos de lava que han ganado terreno al mar y la formación de plataformas costeras similares de la producida en la erupción de 1949.
Como ya ha avanzado puentedemando.com, el buque hidrógrafo “Malaspina” –comandante, capitán de corbeta Juan Manzano Ruiz– ha posicionado el pasado 9 de noviembre dos sismómetros OBS de banda ancha pertenecientes al Real Instituto y Observatorio de la Armada (ROA), como ayuda a los estudios científicos de la erupción. Asimismo, ha facilitado, junto con los buzos del BAM “Tornado”, la fase previa para la operativa de las lanchas de desembarco LCM del Grupo Naval de Playa que trajo el buque LPD “Castilla” desde la Base Naval de Rota, con la finalidad de permitir el acceso de los agricultores de las fincas plataneras de la plataforma costera de Los Llanos de Aridane.
Ambos sismómetros pesan unos 600 kilos y serán recogidos dentro de cuatro meses. Los datos que aporten serán complementarios a las estaciones sísmicas desplegadas en tierra por el ICM-CSIC y permitirán localizar los sismos con mayor precisión, así como una mayor resolución de la tomografía sísmica, estimación de mecanismos focales y mejora en el estudio de señales hidro-acústicas.
El buque hidrógrafo “Maslaspina” se encuentra en Canarias en una campaña de actualización hidrográfica, iniciada el pasado 11 de octubre, cuando zarpó de su base en Cádiz. La campaña consiste en la actualización de la cartografía náutica de Gran Canaria, El Hierro, La Gomera y La Palma, a lo que se ha sumado el trabajo realizado con motivo de la erupción volcánica.
Foto: Benito Manuel Rodríguez