Julio Rodríguez, primer enólogo de Bodegas Teneguía

A Julio Rodríguez Rodríguez le conocimos en tiempos de Bodegas Teneguía, cuando Gabriel Martín González, Lucio Pérez Gómez y Luciano Felipe Torres asumieron la explotación de la antigua Cooperativa Vinícola de Fuencaliente, hoy Llanovid. Julio Rodríguez fue el técnico enólogo encargado de poner en valor la producción vinícola de la empresa, que situó de nuevo en el mapa comercial el nombre de Fuencaliente de La Palma asociado a la excelencia de sus vinos.
Julio Rodríguez Rodríguez era un hombre erudito y muy culto. Nació el 3 de mayo de 1921 en Ocaña (Toledo), en el seno de una familia dedicada a los negocios de alcoholes y bodega de vinos, a los cuales se tuvo que dedicar finalizada la guerra civil, junto con otro hermano, pues su padre había sido asesinado. Tras diversos avatares montó su propia fábrica de licores y de alcoholes en su pueblo natal y en 1945 organizó un Curso de Alcoholes por correspondencia, que tuvo gran éxito y a lo largo de su vida escribió varios manuales y libros, siendo el más destacado “La Vid y los vinos de Canarias”. Por entonces entretenía parte de su tiempo libre en su labor de radioaficionado y en su interés por los temas relacionados con la electricidad.
En el curso 1959/60 trabajó como profesor de prácticas de laboratorio en la Escuela Nacional de la Vid, en Madrid. Sin embargo, el mal devenir de los negocios familiares le obligaron en 1961 a trasladarse a Villafranca del Bierzo (León), donde primero trabajó como director técnico en una fábrica de alcoholes y luego como director técnico y gerente de Vinos Palacio de Arganza. En 1963, buscando nuevos horizontes y mejoras económicas, marchó a Betanzos (A Coruña) a trabajar a Bodegas Garnelo, posteriormente absorbida por Vinos COES, siempre en labores técnicas vitivinícolas.
En 1968 cruzó el charco y fijó su residencia en Santa Cruz de Tenerife, donde a lo largo del resto de su vida laboral desempeñó labores técnicas y de gerencia en diversas sociedades como Vinalca, Vinícola Tinerfeña y Uvaemcasa, entre otras. Asimismo trabajó durante unos años en la supervisión de las vendimias y elaboración de vinos de Bodegas Teneguía e impartió cursos de capacitación (siempre sobre temas de su especialidad) para desempleados en diversas localidades como Fuencaliente, Vallehermoso y Valle Gran Rey.
Colaboró en diversas publicaciones sobre temas de su especialidad, como la “Revista de Alcoholes, Azúcares e Industrias Derivadas”, editada en Madrid; “La Revista Vinícola”, editada en Zaragoza; “Ceres”, editada en Valladolid y, muy especialmente, en “La Semana Vitivinícola”, publicación semanal editada en Valencia, en la que colaboró durante más de cincuenta años.
Julio Rodríguez tuvo, entre otras, dos grandes pasiones: los libros, pues ha dejado una biblioteca de casi siete mil volúmenes y la historia. Escribió muchísimo y entre otros ejemplos está su libro “El Archivo de Ocaña. Una parte de la historia vista a través de sus documentos ”, del que es coautor junto a Fermín Gascó Pedraza. Fue publicado en 1996 por el Ayuntamiento de dicha localidad y nos cabe el honor de tener un ejemplar en nuestra biblioteca, con firma autógrafa de su coautor. Tuvimos ocasión, además, de visitar Ocaña y su plaza mayor en uno de nuestros viajes a Toledo, cuando su hijo Julio y su esposa Mary residían en la bella capital toledana.
Pese a la distancia, Julio Rodríguez siempre fue un amante incondicional de su pueblo, minucioso y perseverante en su trabajo. Nada de lo que sucedía le resultaba ajeno. Mantenía su cordón umbilical unido a Ocaña a través de los actos de los plenos, del “comentador” de todos y cada uno de los programas de actividades que se realizaban en su patria chica por los que se interesaba y escribía demandando información. En definitiva, era un ocañense de pro y así lo demostró a lo largo de su dilatada vida.
Mantuvimos siempre una muy buena relación, propia de una persona correcta, atenta, amable y exquisita en el trato. Disfrutamos de su sabiduría y de su amistad. Falleció viudo el 3 de marzo de 2012 en Santa Cruz de Tenerife, a la edad de 90 años. Descanse en paz el admirado y querido amigo Julio Rodríguez, siempre presente en nuestra memoria.


Fotos: cedidas