El rosario de los recuerdos desgrana las cuentas de la memoria fértil del amigo José Luis Díaz Ruiz (1952-2017), a quien conocimos y compartimos amistad en su etapa como presidente de la Sociedad Centro Icodense. En varias ocasiones nos brindó la gentil oportunidad de disertar sobre temas de nuestra especialidad, vinculados con los trasatlánticos, la emigración y Venezuela, la octava isla doliente. Se cumple un mes de su partida todavía en edad temprana, cuando estaba pleno de sabiduría y sentía la vida como el tesoro más preciado.
Docente de fecundo magisterio, era hombre de probado conocimiento y cultura profunda, atesorada a lo largo de su vida fundamentada en el querer ser más y mejor persona, cultivando los eternos valores que distinguen a quienes hacen el bien. La centenaria Sociedad que presidía, que es emblema y referencia de la ciudad y de Tenerife, le había distinguido en 1992 y a ella le dedicó los mejores afanes y virtudes, con su talante de hombre bueno, desprendido y generoso; activo, humilde y sabio, como bien apostilla José Fernando Díaz Medina, el cronista oficial de Icod y compañero y amigo suyo de singladuras culturales.
Con la despedida terrenal de José Luis Díaz Ruiz sentimos un dolor y un desconsuelo grande y, al mismo tiempo, nos queda la inmensa satisfacción de haberle conocido y de saber que tuvimos a un amigo excepcional, leal y entrañable. Sentimos que se nos ha ido demasiado pronto, pues todavía le quedaba mucho por hacer y disfrutar de su familia y de la herencia cultivada a lo largo de su existencia. Su memoria permanecerá intacta en el imaginario colectivo que aprecia y valora en su justa medida su trabajo y su dedicación y bueno sería que la ciudad de Icod de los Vinos, que sabe ser agradecida con sus hijos notables, le corresponda como bien merece.
Descanse en paz el admirado amigo. Le enviamos un fuerte abrazo a su familia y lo hacemos extensivo a la gran familia de la Sociedad Centro Icodense.