A la historia del tráfico frutero de Canarias pertenece la contraseña de la compañía sueca Gorthon Line, que durante años fue un auténtico referente del buen y bien hacer en esta especialidad del transporte marítimo, tan importante para la economía regional. En estos días, cuando en nuestra sección “Protagonistas de la mar” hemos evocado la grata memoria del capitán Ángel Jaime Hernández de Paz, ilustre paisano y querido amigo, nos referíamos a la etapa en la que navegó como oficial en el buque “Joh. Gorthon”, que fue durante años el buque-insignia de la mencionada naviera.
Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, las compañías navieras nórdicas mantuvieron durante años una clara preponderancia en el transporte marítimo internacional, tanto en buques petroleros como en buques frigoríficos. Daban respuesta, así, a las necesidades que planteaba la recuperación económica del continente europeo, importando cargamentos de crudos desde el Golfo Pérsico y Venezuela y la importación de carnes y pescados congelados de América del Sur y frutas desde Chile y el Caribe.
La compañía sueca Gorthon Line alcanzó merecida fama por su seriedad y fiabilidad técnica. Hasta el punto eso fue así que en el caso de Canarias, era una de las navieras preferidas por los exportadores agrupados en torno a la CREP para el envío de las cargas fruteras a los mercados del continente, como también lo era la naviera noruega Fred. Olsen & Co., la danesa DFDS, la sueca Svea Line y el consorcio alemán formado por OPDR y Nordeutscher Lloyd. La española Naviera Aznar consiguió mantener su presencia en buena parte gracias a su acuerdo con la compañía británica Yeoward Line.
Después de la guerra, Gorthon Line emprendió un necesario plan de renovación de flota, en el que destacó la construcción del buque “Joh. Gorthon”, diseñado para el transporte frutero desde el Caribe y las cargas frigoríficas en América del Sur y Sudáfrica, incluso tráficos “around the world”, es decir, fuera de línea regular, que hacían posible, como fue el caso, que el buque de esta historia diera la vuelta al mundo en más de una ocasión.

Construcción número 290 del astillero Kockums M.V., en Malmö (Suecia), fue botado el 26 de septiembre de 1946 y entró en servicio en mayo de 1947. Inscrito en la matrícula naval de Helsingborg, figuraba registrado a nombre de la sociedad Rederi A/B Gylfe, que era una de las filiales de Sitg Gorthon y se estrenó en la línea Suecia-Argentina. El 30 de julio del mencionado año arribó al puerto de Buenos Aires, desembarcando dos pasajeros en condición de emigrantes.
A partir de junio de 1951 el buque “Joh. Gorthon” apareció en el escenario de la exportación frutera de Canarias, con puertos de carga en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, desde donde hacía viaje directo a Gotemburgo, consignado por Guillermo H. Olsen. Admitía, además, pasajeros en clases de lujo y primera, en un ambiente familiar y funcional. En el tráfico de exportación, Gorthon Line emplazó, asimismo, a los buques “Tilia Gorthon”, “Nils Gorthon” e “Ingrid Gorthon”, que atendían la línea de Finlandia con escalas en Oslo (Noruega) y Gotemburgo (Suecia).
De 3.816 toneladas brutas, 1.773 toneladas netas y 4.170 toneladas de peso muerto, medía 121,20 m de eslora total –111,40 m de eslora entre perpendiculares–, 16,20 m de manga, 7,80 de puntal y 7,14 m de calado máximo. Disponía de cuatro bodegas con una capacidad de carga de 6.315 metros cúbicos, cinco tapas de escotillas y diez puntales para las operaciones de carga y/o descarga. Estaba propulsado por un motor MAN, de dos tiempos y ocho cilindros, con una potencia de 5.500 caballos sobre un eje y hélice de paso fijo, que le permitía mantener una velocidad de 17,5 nudos. El equipo frigorífico estaba formado por cuatro compresores Stal de expansión indirecta que empleaban gas refrigerante R-12, con una capacidad de 350.000 kcal/h y una temperatura máxima de –16ºC. Código IMO 5172523.
En 1964 el buque “Joh Gorthon” fue vendido al poderoso grupo naviero sueco Salen y mantuvo la misma bandera rebautizado con el nuevo nombre de “Tarantella”. En 1967 pasó a manos de la sociedad panameña Sinli Nav. Corp. S.A. –gerencia de Singi Navigation Corp., con sede en Taipei– y, llamado entonces “Sinchon Reefer”, así transcurrieron otros cinco años en la que sería la última etapa de su vida marinera. El 28 de diciembre de 1972 arribó a Kaohsiung (China nacionalista) y fue desguazado a manos del personal de la factoría Tung Yung Steel & Iron Works.
Fotos: 7seasvessels.com