Naviera Vizcaína tiene forma de libro gracias a la pluma de su autor, Javier Ferrer Arellano, la Fundación Gondra Barandiarán, Plimsoll Ediciones (Librería Robinson de Madrid) y Roberto Hernández, el Ilustrador de Barcos. Una publicación muy oportuna referida a una de las grandes navieras de España, prestigio de la Marina Mercante entre 1956 y 1992, aunque en sus últimos años acusara una progresiva decadencia que acabó con su existencia. Ha sido presentado esta semana en el salón de actos del Itsasmuseum Bilbao, con gran éxito de asistencia, como no podía ser de otro modo.
Conocíamos la evolución detallada de Naviera Vizcaína en parte gracias al documentado blog de su autor, doctor ingeniero naval, que pasó 23 años de su vida profesional en la citada empresa, en la que ingresó en 1969 como jefe del Departamento Técnico y años más tarde sería director general. Parece ser que cuando la naviera pasó al control de REPSOL, todos sus archivos fueron destruidos, lo que constituye, sin duda, un serio atentado patrimonial.
Razón por la cual, echando mano de su fondo documental, de su memoria y de multitud de contactos, Javier Ferrer Arellano ha reconstruido la historia de Naviera Vizcaína y distribuye el trabajo en cuatro grandes capítulos, desde su constitución en 1956 hasta la etapa de los grandes petroleros “Mundaca” y “Munguía”, en 1977, etapa en la que llegó a disponer de 1,2 millones de TPM. Luego vienen los daños duros, entre 1978 y 1983; el cambio de rumbo propiciado a partir de ese año, que se prolongaría hasta 1986 y la decadencia que precipitó su final en 1992.
Titulado “Naviera Vizcaína, su historia, sus barcos, su gente”, se trata de un volumen bien estructurado, de 246 páginas, en un formato manejable (265 x 210) y con una selección fotográfica interesante. El toque de El Ilustrador de Barcos le aporta un plus distinguido, en el que su autor afina sus pinceles de una forma admirable. El fondo documental aportado es realmente interesante, en el que Javier Ferrer Arellano hilvana detenidamente la evolución de esta empresa y de otras compañías vinculadas a sus accionistas, como Naviera Química y NAVIPESA.
Foto: cedida