“El trueno de sus motores era inconfundible y despegaba pesadamente”, escribe Pedro Giraldo Puentes Gómez en su muro de facebook al recordar al avión Ilusyhin Il-86 en sus escalas en el aeropuerto internacional José Martí de La Habana, Cuba. Un avión que, como ya hemos escrito en otras ocasiones, nació en un periodo de estancamiento económico y tecnológico de la Unión Soviética de Leonid Brezhnev y se trata del primero de fuselaje ancho de la industria aeronáutica de aquel país.
Transcurrió una década desde su diseño hasta su comercialización, de modo que el propósito de que fuera presentado coincidiendo con las Olimpiadas de Moscú de 1980 no pudo cumplirse. El 22 de diciembre de 1976 realizó su primer vuelo y todavía transcurrirían cuatro años más, hasta su primer vuelo comercial acaecido el 26 de diciembre de 1980 con Aeroflot, convertida entonces en la aerolínea mayor del mundo.
Su principal condicionante se refería a la propulsión, pues estaba equipado con cuatro motores de elevado consumo y muy ruidosos, propios de la década de los años sesenta, lo cual limitaba su autonomía, aunque incorporaba algunas innovaciones en la construcción aeronáutica de la URSS.
Durante el tiempo en que estuvo operativo en el transporte de pasajeros –casi tres décadas–, resultó un avión seguro y confiable, sin accidentes fatales, aunque se registraron no menos de una docena de incidentes de diversa importancia. En artículos anteriores hemos comentado algunas de las novedades y características de este avión, del que solo se exportaron tres unidades del total de 106 construidas.
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