Hubo suerte. Mucha suerte con los tanques de gas natural instalados sobre cubierta. Esa es la opinión generalizada que nos trasladan profesionales de la mar, capitanes, jefes de máquinas y oficiales de puente y máquinas tras el abordaje sufrido ayer por el buque “Nápoles”, de la flota de Balearia, en el puerto de Tánger Med, Marruecos, en el que se produjo un fuerte golpe en la aleta de estribor después de colisionar con el buque portacontenedores “California Star”. Las fotos que acompañan resultan lo suficientemente elocuentes.
A la espera de conocer más detalles del suceso y el informe de la investigación, donde los profesionales de la mar ponen especial acento se refiere al hecho de que la zona de popa afectada por el impacto del buque “Nápoles” está próxima a la ubicación de dos tanques de gas natural para el suministro de este tipo de combustible a los motores duales recientemente instalados a bordo.
Al mismo tiempo, y ante las descalificaciones que se han vertido en redes sociales contra la tripulación del buque “Nápoles”, el capitán José Luis Delisau Rodríguez, con muchos años de mando en buques de pasaje, señala que “la descalificación de otros porque sí es poco profesional, no conduce a nada y solo descalifica a quién la hace. Los barcos hoy día son cada vez mas grandes y con mayores potencias y los puertos, al contrario, más pequeños, con menos cancha y más expuestos a los vientos dominantes, resultado generalmente de caprichos políticos y no de criterios técnicos. Tánger Med es precisamente uno de esos puertos en opinión de los capitanes que los visitan. Las rotaciones de los barcos también se hacen con más frecuencia y no es raro que ocurran accidentes”.
Por su parte, el capitán Luis M. Gil de Sola, asimismo con mando de años en buques de pasaje y práctico del puerto de Cartagena, afirma que “Balearia también cuenta con muy buenos oficiales” y agrega que “de los males ajenos no es bueno alegrarse, porque la vida te los devolverá por triplicado. Una colisión o avería, ningún marino la desea para nadie. De los errores se aprende y es la escuela de la vida. Nadie es perfecto, ni quisiera el capitán”.
Juan Manuel Pérez Rodríguez, jefe de máquinas de la Marina mercante, con experiencia de muchos años en petroleros de gran porte y buques de pasaje, afirma que «creo que la mayoría de los profesionales de la mar, coincidieron que la política de personal de la firma Balearia no es la más adecuada, siendo muy comedidos en su calificación. El refranero español, que abarca muchas concepciones de nuestras vidas lo tiene claro: siembra vientos y tendrás tempestades. Quien no cuida a su capital humano, no podrá esperar milagros».
Fotos: cedidas