Homenaje a Alberto J. Herrera Hernández, en el 175º aniversario de Naviera Pinillos

Una veintena de invitados asistieron ayer al homenaje tributado a Alberto Juan Herrera Hernández (Hermigua, 1928), quien fuera presidente de Naviera Pinillos hasta 1997, coincidiendo con el 175º aniversario de la fundación de la compañía en Cádiz por la familia Martínez de Pinillos, oriunda de La Rioja. Un encuentro muy emotivo organizado por su hijo Alberto Herrera Rodríguez y celebrado en la finca “El Apio”, en Valle de Guerra, en la que se encontramos viejos amigos.
Asistieron, entre otros, el presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, Ricardo Melchior Navarro, quien evocó la memoria de Alberto Herrera desde sus tiempos en la gerencia de CAPSA y cómo la vieja amistad se ha mantenido en el tiempo a pesar de que las relaciones profesionales no siempre fueron fáciles, y le reconoció y ponderó su trayectoria como empresario marítimo y naviero. En la misma línea se pronunció Julio González Padrón, venido desde Las Palmas, que le entregó una placa de gratitud en nombre del grupo de «viejas glorias pinilleras» y quien suscribe, que le obsequió un ejemplar del libro “Gris naval en la Marina Mercante española”.
Alberto Juan Herrera Hernández entró en contacto con Naviera Pinillos a finales de la década de los años sesenta, al formar parte del accionariado de la empresa cuando compraron la mayoría de las acciones a Carmen Martínez de Pinillos y Toro. La compañía, que tenía una presencia muy notable en el tráfico de la exportación frutera de Canarias desde finales de la década de los años veinte, fue durante muchos años una de las empresas más reconocidas en el sector. Más tarde, otros movimientos accionariales junto a su hermano José le permitieron hacerse con la mayoría del capital social.
Después del fallecimiento de su hermano José y tras un paréntesis de sonado litigio, Alberto Juan Herrera Hernández recuperó la mayoría y el control de la empresa y en 1990 celebró el 150º aniversario de Naviera Pinillos. Después contrató la construcción en astilleros de Holanda del buque “Carmen Dolores H”, que fue en su momento el más moderno de la Marina Mercante española y fletó el buque “Francolí”. En 1997 vendió sus acciones a Vicente Boluda.





Fotos. Sergio Hernández de León y Perdomo