La imagen principal data del 30 de octubre de 1928 y se refiere a la llegada al puerto de Las Palmas de Gran Canaria, a bordo del entonces buque insignia de Compañía Trasmediterránea “Infanta Beatriz” –renombrado “Ciudad de Sevilla” en abril de 1931, tras la proclamación de la II República–, de los restos mortales del destacado abogado, político y diplomático grancanario Fernando de León y Castillo (1842-1918). Al día siguiente se celebraron las exequias en la catedral de la diócesis de Canarias.
Abogado, diputado a Cortes, senador vitalicio, ministro de Ultramar durante el reinado de Alfonso XII y ministro de la Gobernación durante la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena, embajador en Francia, promotor de destacadas obras públicas en su isla natal y de la Compañía de Vapores Correos Interinsulares Canaris, que honró su memoria con dos buques que llevaron su nombre, en 1900 la reina regente le otorgó el título nobiliario de marqués del Muni.
Falleció en 1918 en la localidad francesa de Biarritz y diez años más tarde, sus restos fueron trasladados a Gran Canaria, descansando, desde entonces, en el mausoleo que se le erigió en el interior de la catedral de Las Palmas de Gran Canaria. Las crónicas de la época, como bien reflejan las imágenes que acompañan, se refieren a una multitudinaria manifestación de duelo, homenaje y gratitud hacia su persona.
Fotos: archivo de Manuel Jesús Martín Martínez-Ball