Global Airlines, una compañía británica de nueva creación, anunció hace unos días que ha comprado un avión Airbus A380 y confía en ponerlo en vuelo en la primavera del próximo año en vuelos trasatlánticos entre Londres Gatwick y EE.UU. No ha trascendido la cuantía de la operación, que se ha resuelto a través de la sociedad alemana Doric Aviation, informa el digital simpleflying.com.
Informaciones posteriores se refieren a la adquisición de otros dos aviones del mismo modelo, para expandir su negocio a otros mercados internacionales.
El fundador y director ejecutivo de Global Airlines, James Asquith, fundador de Home Swap, ha dicho que “adquirir este avión en lugar de arrendarlo demuestra nuestro compromiso con la seguridad financiera y la resiliencia desde el primer día”.
La decisión de Global Airlines llega en buen momento para la proyección de futuro de este gigante, al que durante la pandemia se le había certificado su final. Supone, sin duda, un riesgo significativo tanto por la operación financiera de compra, como por la inversión para ponerlo en condiciones de vuelo y los costes de explotación, cuando todas las aerolíneas enfocan sus estrategias a aviones bimotores.
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