No podríamos entender el buen gusto por la cocina italiana en la isla de La Palma, y en especial en el valle de Aridane, sin la figura de Gabriela Simili, o lo que es lo mismo la pizzería “San Petronio”, más tarde elevada a categoría de restaurante en un nuevo emplazamiento en la zona alta de Los Llanos de Aridane. Pero aquella primera pizzería situada en la subida a la montaña Tenisca junto al Centro de Salud se convirtió en poco tiempo en un referente excelente en todos los aspectos.
Mientras el esposo de Gabriela Simili, de origen belga y apellido Vanoostende nos deleitaba con una selección de música clásica –sentía especial predilección por la obra del compositor Félix Mendelssohn–, Gabriela, italiana hasta la médula, expresiva, dinámica y divertida, nos ofrecía lo mejor de su buen hacer entre los secretos de los hornos de olores agradables que se colaban entre nuestros sentidos con exquisito deleite.
Gabriela y su familia han aportado dignidad y valor a la sociedad palmera; han aportado su conocimiento, esfuerzo y sacrificio por la mejor calidad de la oferta gastronómica de la isla y han consolidado una marca que es referencia dentro y fuera de La Palma.
Ahora, en la cocina eterna, Gabriela Simili nos seguirá deleitando con su acento y su sonrisa, con su buen y bien hacer, con su selección de pizzas únicas y tartas caseras. Siempre permanecerá en la memoria fértil de sus muchos amigos y clientes, que es la memoria fértil de la Isla de La Palma, donde están las personas buenas –y Gabriela lo era–, que dejan huella y siempre permanecen.
Descanse en paz.
Foto: cedida