Aunque la operación se conocía en círculos muy restringidos, la cesión temporal de las líneas Canarias-Huelva y Motril-Melilla a FRS Iberia ha causado una gran sorpresa en el sector, pues con ello Naviera Armas salva las objeciones que había impuesto la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Lo cual ha permitido cerrar el proceso administrativo, que se ha prolongado más tiempo de lo inicialmente previsto y la firma de la compra-venta de Trasmediterránea resulta inminente.
Para atender las obligaciones contractuales, FRS Iberia -una empresa de capital alemán, que opera en el Estrecho- fletará los buques de Naviera Armas que cubren las mencionadas líneas, con lo cual no habrá alteración en la prestación de los servicios. “Algo” flotaba en el ambiente desde el momento en el que se procedió al fletamento del buque “Al Andalus Express”, que ahora cubre la línea de carga rodada entre Gran Canaria y Fuerteventura, puesto que no se trataba de un simple flete ocasional.
Ha sido, en opinión de fuentes conocedoras de la operación, “una jugada maestra” de Antonio Armas Fernández y su equipo, que ha llevado el asunto con mucho sigilo y jugando al despiste, como es su tónica habitual, sin que les haya afectado las campañas mediáticas en su contra que han aparecido en diversos medios, la última de las cuales aventuraba la ruptura del acuerdo y el posible desembarco de la multinacional MSC.
Resueltas las observaciones referidas, el próximo verano promete animación en Baleares, allí donde opera Balearia, que a partir de ahora se va a encontrar con una “nueva” Trasmediterránea que ha ido recuperando cuota de mercado en los últimos tiempos. Comienza una carrera en la que se miden dos contendientes cuya sagacidad es conocida en el sector; solo que el ámbito de influencia y el efecto sorpresa de Antonio Armas Fernández puede resultar imprevisible. Como también Adolfo Utor.
Foto: Astilleros Barreras