El buque cazaminas “Turia” (M-34), que participaba en las labores de rescate del avión C-101 del Ejército del Aire estrellado en la mañana del pasado 26 de agosto en la Manga del Mar Menor, encalló en la mañana del día siguiente a unos 150 m de distancia de la playa, en una zona de rocas sumergidas, como se muestra en las fotografías. A consecuencia del accidente se produjo una vía de agua e inundación de varios compartimentos interiores y dio la orden de desembarque de la tripulación que no era necesaria a bordo.
El suceso se produjo cuando el buque de la Armada española se encontraba en el banco del Tabal, zona del Zoco, en las proximidades donde se produjo el grave accidente del avión militar que le costó la vida a su piloto, el comandante Francisco Marín Núñez. Durante todos estos días, unidades de Salvamento Marítimo han prestado su ayuda y colaboración, hasta que finalmente esta mañana se ha conseguido reflotarlo.
El buque cazaminas “Turia” está siendo remolcado hacia Cartagena por el remolcador “SAR Mastelero” y en el convoy se encuentran, asimismo, el buque de salvamento y rescate de la Armada “Neptuno” (A-20), el remolcador “VB Asdrúbal”, el patrullero de altura “Infanta Cristina” (P-77) y otras embarcaciones menores. En los próximos días será puesto en seco y se analizarán los daños que ha sufrido.
Durante estos días se han vertido en las redes sociales comentarios ofensivos y burlescos contra el comandante y la tripulación del buque accidentado, que descalifican de por sí a quienes los han manifestado. También se han publicado comentarios de apoyo y otras opiniones más sensatas, en las que se aprecia un marcado carácter profesional. Será una comisión investigadora militar quien determine causas y responsabilidades, mientras se decide la reparación del buque. “Marineros somos y en la mar andamos”, dice el viejo refrán y nadie que navega está exento de que cualquier momento un suceso imprevisto pueda alterar su vida y su destino.
Fotos: Javier A.