Cada 16 de julio, la Armada, la Marina Mercante, la pesquera y la deportiva celebran la festividad de Nuestra Señora del Carmen, Patrona de las gentes de la mar. Este año, las medidas sanitarias derivadas de la pandemia de la crisis sanitaria del coronavirus marcan el ritmo de las celebraciones. En el caso de la Armada se programan diversos actos en todas sus bases y unidades. Desde el Cuartel General de Madrid y los arsenales, pasando por las comandancias y ayudantías navales distribuidas por toda la geografía española, hasta los buques que hoy están atracados y navegando celebran esta festividad de gran tradición.
La advocación mariana de la Virgen del Carmen está vinculada oficialmente con la Armada desde el 19 de abril de 1901, fecha en la que la reina regente, María Cristina de Habsburgo y el ministro de Marina Cristóbal Colón de la Cerda, duque de Veragua, rubricaron la Real Orden por la cual se proclamaba, de manera definitiva, a la Virgen del Carmen Patrona de la Marina de Guerra.
Aunque el texto de la real orden recogía que la Virgen del Carmen era de hecho Patrona de todos los navegantes, es bien sabido que con anterioridad las gentes de la mar, navegantes, pescadores y marinos, no veneraban a una única advocación patronal, sino que se multiplicaban en pluralidad de títulos y con preferencias escogían para abogada de sus travesías la imagen de más veneración de su lugar de origen.
Una de las advocaciones más popularmente arraigadas era la de Nuestra Señora del Rosario. De ellas, la más vinculada con la Armada sería la imagen que, donada por los venecianos, llevó don Juan de Austria en su galera real en la batalla de Lepanto y “la Galeona”, que hacía la Carrera de Indias a bordo de la nao capitana.
De la misma época existen importantes testimonios que ratifican la antigüedad de la devoción de los navegantes a la Virgen del Carmelo. El patronazgo de la Virgen del Carmen sobre la Marina de Guerra tiene su origen en la Isla de León, en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando se dio carácter casi oficial a esta devoción, que ya era la más popular en la ciudad de San Fernando.
Por ser una celebración de carácter religioso, los actos en honor de la Virgen del Carmen comienzan con la eucaristía en las diferentes parroquias castrenses y en el Panteón de Marinos Ilustres de la Armada, situado dentro del recinto de la Escuela de Suboficiales. Los actos continuarán con la ofrenda floral en memoria de los que dieron su vida por España; aunque siempre presentes, en este día se les recuerda de manera especial, al rendirle merecidos honores, como es tradición. También se tributa un especial reconocimiento a los marinos que han pasado recientemente a la situación de reserva al cumplir el tiempo de servicio y otros requisitos establecidos legalmente.
En los barcos que están en la mar estos actos se celebran de manera muy significativa, ya que la devoción de la Virgen del Carmen está estrechamente unida a la condición de los marinos. Numerosas unidades de la Armada festejarán este día navegando, en misiones en el extranjero o desplegadas fuera de sus bases. Historia y tradición arraigan en todos los marinos la devoción a la Virgen del Carmen.
En la Marina Mercante es tradición el empavesado de los buques cuando están en puerto y el disfrute de una comida especial a bordo para celebrar la fiesta marinera. Como también es tradición de especial arraigo la procesión marítima, que se celebra en muchas localidades del país y entre ellas, por su arraigo desde 1919, la de la Virgen del Carmen en Santa Cruz de Tenerife, aunque este año tienen un carácter de celebración diferente.
Foto: Nicolás Arocha