Javier Cremades de Adaro falleció ayer en Madrid a los 96 años. Aunque conocido en los últimos treinta años por el éxito de su bodega Prado Rey, una de las marcas emblemáticas de la denominación de origen Ribera de Duero, recordamos aquí especialmente su etapa como presidente de Fletamentos Marítimos (MARFLET), una de las navieras españolas del petróleo más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
Fletamentos Marítimos, que había sido fundada en 1958 por Ramón Biosca y otros socios, inició su singladura con el buque “Claudio Sabadell”, resultado de la reconversión de una antigua corbeta de la clase Flower. A la llegada de Javier Cremades de Adaro y en virtud de contratos de fletamento a largo plazo con CEPSA y REPESA, MARFLET inició una etapa exitosa con la construcción de los petroleros “Ceuta” (1968), “Málaga” (1969), “Melilla” (1970), “Barcelona” (1973), “Tarragona” (1974), “Gibraltar” (1975) y “Aragón” (1976). Los cuatro últimos superaban cada uno las 200.000 toneladas de peso muerto.
En la década de los ochenta cambió el signo favorable que hasta entonces había mantenido MARFLET. En el plazo de pocos años se produjo un drástico recorte de su flota, agravado además por algunos episodios graves, de los cuales el más importante fue el ataque y hundimiento, en trágicas circunstancias, del petrolero “Barcelona”, en mayo de 1988 en el Golfo Pérsico, en el que perdieron la vida cuatro tripulantes.
Cuando acabó la singladura de MARFLET como compañía española, y de su operadora AUXINAVE, continuó su presencia en el sector petrolero y quimiquero a través de Consultores de Navegación, una empresa que controla y gestiona las sociedades chipriotas Actinia Shipping Co. Ltd., Morevest Shipping Co. Ltd. e Iceport Shipping Co. Ltd.
Foto: cedida