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Fallece el naviero tinerfeño Álvaro Rodríguez-López Braun

Álvaro Rodríguez-López Braun falleció este mediodía en la capital tinerfeña, unas horas después de sentirse indispuesto, a la edad de 86 años. Su nombre está directamente asociado a la historia del transporte marítimo y aéreo en Canarias en la segunda mitad del siglo XX, además de la agricultura, la pesca y otras actividades importantes.

Primogénito del matrimonio formado por Conrado Rodríguez López y Ana Braun Funes y sobrino de Álvaro Rodríguez López, fue continuador de la estela de su tío y de su padre, asociado al cabotaje con los buques “Sancho II” y “San Juan de Nepomuceno” y las empresas familiares controladas por la sociedad Álvaro Rodríguez López, S.A, con especial notoriedad en las fincas de la lomada de Tecina, en Playa de Santiago (La Gomera).

Promotor, junto a su padre y su hermano Conrado, del aeródromo de El Revolcadero, en La Gomera y de Aerolíneas Canarias (AEROCASA), que llegó a tener seis aviones –entre ellos el primer Mitsubhisi matriculado en el registro de aeronaves español– a su iniciativa se debe la llegada de los primeros turistas por vía aérea a la Isla Colombina y la promoción deportiva en el boxeo canario de figuras legendarias como el tinerfeño Sombrita y el hispano-cubano José Legrá.

Álvaro Rodríguez-López Braun figura entre los promotores de Ferry Gomera, empresa naviera de la que fue vicepresidente entre 1974 y 1980. Su esposa, María Angélica Domingo, fue la madrina en la ceremonia de bautizo del ferry “Benchijigua”, celebrada en julio de aquel año en el puerto de San Sebastián de La Gomera. Por su destacada actividad en el transporte aéreo y en la promoción deportiva fue distinguido con sendas condecoraciones.

Retirado en los últimos años de toda actividad y ajeno por completo a cualquier sesgo de notoriedad, tuvimos ocasión de conocerle y conversar detalladamente sobre la figura de su padre y de su tío Álvaro –el naviero más importante de Canarias en la primera mitad del siglo XX– y nos aportó anotaciones interesantísimas sobre la etapa empresarial de esta notable familia tinerfeña, asociada a la explotación agrícola y pesquera en Playa de Santiago (La Gomera) y Alcalá (Tenerife), el cabotaje, la aviación regional, la consignataria de buques y otras actividades.

Descanse en paz el apreciado y admirado amigo a quien, por mucho que él pretendiera lo contrario, nunca pudimos dejar de llamarle don Álvaro. 

Foto: archivo de Juan Carlos Díaz Lorenzo

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