Luis de la Peña Riva-Suardíaz (1941-2019) ha rendido su última singladura. Le conocimos en la corta etapa en la que presidió la patronal naviera ANAVE, entre 1991 y 1993, tras el mandato de Juan Ybarra y Mendaro. No tuvo un recorrido fácil al frente de los intereses del sector, aunque durante su presidencia se aprobó la ley de Puertos del Estado y la Marina Mercante, que incluía la creación del Registro Especial de Canarias.
Luis de La Peña, ingeniero naval de profesión desde 1967, nació en Madrid aunque estaba directamente emparentado por línea materna con la familia asturiana Riva Suardíaz y, de hecho, durante 27 años fue directivo del grupo naviero Vapores Suardíaz presidido en su última etapa por su primo Juan Riva y formó familia con la rama Fernández-Nespral, asimismo de origen asturiano.
Luis de la Peña aprendió mucho y bien en el sector naviero y se convirtió en un experto en carga rodada a partir de 1975, especialmente en el tráfico de vehículos GEFCO (filial de PSA). Un día, en medio de tensiones con sus parientes, decidió emprender su propia singladura primero con el apoyo de Trasmediterránea y a partir de 2009 con la creación de la Compañía Marítima Hispano-Francesa, aliada de la poderosa compañía sueca UECC, que cerró un acuerdo para el transporte de vehículos de la multinacional francesa Citroën entre los puertos de Vigo y Saint Nazaire. Esta línea, que hasta entonces gestionaba Suardíaz, permitió la apertura de la autopista marítima entre ambas regiones, aunque no tuvo largo recorrido.
Foto: El Comercio / Gijón