Estando lejos de La Palma nos llega la triste noticia del fallecimiento de Pedro Nolasco Pérez y Pérez (1942-2019), alcalde que fue de Fuencaliente de La Palma durante 28 años, entre 1979 y 2007. Hombre carismático donde los haya, trabajador infatigable y voluntarioso, municipalista convencido, amó profundamente a su pueblo y le entregó parte importante de su vida, imbuido siempre de un sentimiento afectivo que compartió con amplia generosidad con su familia y sus amistades.
Fundador de Unión Progresista de Fuencaliente (UPF), partido local que gobernó el municipio durante siete legislaturas, algunas con mayoría absoluta, Nolo era un político hábil, astuto y sagaz, que se retiró de la política cuando comenzaron los problemas de salud. Aun así mantuvo siempre abiertas las puertas de su casa y seguía recibiendo a la gente que le consultaba problemas y le pedía gestiones, a los que él siempre trataba de darle soluciones. Nunca tuvo mayores apetencias y anhelos políticos que no fuera su pueblo, al que dedicó sus mejores desvelos.
De su talante y dedicación a Fuencaliente de La Palma nos queda un legado muy amplio y generoso de actuaciones que transformaron y modernizaron el municipio, así como de atención y generosidad social. Aunque el listado es largo, a su empeño e insistencia se debe el redescubrimiento de la Fuente Santa –el manantial de aguas termales sepultado por la erupción del volcán de 1677–, en el que coincidieron la sabiduría del ingeniero Carlos Soler Liceras y la voluntad política de los consejeros Ildefonso Chacón y Antonio Castro; la construcción de los hoteles de la cadena Princess en la costa de Fuencaliente y en los últimos años mantuvo su compromiso a través de la sociedad Fuencaliente Visión de Futuro, única en su clase con más de setecientos socios en su mayoría fuencalenteros.
Con sus aciertos y sus errores, como en todo humano, Nolo fue un hombre de bien, afectivo, generoso y entrañable. Un fuencalentero reconocido y destacado del siglo XX que ya forma parte de la historia grande del municipio al que entregó sus mejores afanes. Nos queda la inmensa satisfacción de hacerle conocido y tratado durante más de cuarenta años, de ser buenos amigos y compartido tantos y tantos momentos, la mayoría felices y también algunos tristes.
Un fuerte abrazo para toda su familia y sus amigos leales, que son legión dentro y fuera de Fuencaliente de La Palma en este momento amargo y triste de su despedida terrenal.
Descanse en paz.
