En el discurrir de la franja oriental del municipio de Fuencaliente de La Palma, la paisajística volcánica se hace especialmente perceptible. Bien pudiera tener aprovechamiento para la organización de una red de senderos y puntos de información que se convirtiera en un atractivo más para una isla que recibe un porcentaje importante de turistas y visitantes a los que gusta caminar y tener contacto directo con la naturaleza.
Por la carretera de Las Caletas camino del faro centenario donde la isla pone rumbo al sur, encontramos una sucesión de conos volcánicos antiguos y campos de lava y lápilli, a los que el agricultor fuencalentero ha sabido sacarle provecho en su paciente labor de simbiosis. Cultivos de secano todos ellos y allí donde la brisa reinante no lo permite, reina la expresión máxima del legado volcánico de la isla, que se hace especialmente patente en esta zona de la isla. Un bien a aprovechar.
Foto: Juan Carlos Díaz Lorenzo