Desde el pasado 30 de octubre, el volcán Láscar ha aumentado su actividad hasta el punto de que el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) de Chile ha declarado el nivel amarillo en el semáforo de vigilancia volcánica. Una gran columna de gases y cenizas se elevó a una altura estimada de 2.500 metros y se desplazó en dirección noroeste empujada por los vientos dominantes. La señal sísmica de esta expulsión no resulta preocupante, por el momento.
El volcán Láscar, localizado en la zona de San Pedro de Atacama, región de Antofagasta, es el más activo del norte de Chile y está permanentemente vigilado. Razón por la cual y puesto que los niveles energéticos podrían escalar con rapidez, los científicos advirtieron con prontitud al Sistema de Protección Civil, por si fuera preciso tomar medidas. Se eleva a 5.592 metros sobre el nivel del mar y se le calcula una antigüedad de unos 250.000 años. Desde el siglo XIX hay constancia de una treintena de erupciones.