La erupción del volcán Kilauea sigue centrando la máxima atención de la comunidad científica internacional y la población de Hawai y desde ayer ha entrado en una fase explosiva, en la que la expulsión de gases y cenizas ha alcanzado una altura estimada de unos nueve mil metros, además de proyectar piroclastos a considerable distancia. El USGS advierte a la población de un previsible recrudecimiento de la situación en los próximos días y mantiene la alerta roja, ante la evolución de los acontecimientos. Al menos unas dos mil personas han sido evacuadas y otras comunidades cercanas tienen el aviso de hacerlo cuando Defensa Civil del condado les dé la orden.
Foto: Donna and Steve O’ Meara / Caters