22 de octubre de 2021
De momento, la colada lávica que se encuentra estacionada en el barrio de La Laguna no tiene prisa en seguir su camino destructivo, aunque los científicos que monitorizan el curso de la erupción señalan, apoyándose en la información de las cámaras termográficas, que está recibiendo “mucho aporte” interior de lava, de modo que es posible en las próximas horas se decida a reanudar su camino infame y quien sabe si finalmente alcanzará el mar.
Según datos oficiales, hay más de siete mil evacuados y casi 1.300 edificaciones afectadas. Y esto aun no ha terminado. El día amaneció nublado en el valle de Aridane, lo cual dificulta el seguimiento de la erupción, aunque no por ello los medios de comunicación posicionados en la plaza de la iglesia de Tajuya y algunos fotógrafos –entre ellos Facundo Cabrera, autor de las fotos que acompañan– han dejado de hacer un puntual seguimiento con conexiones desde primera hora.
Según se ha informado, la colada que sigue estacionada en el centro de La Laguna ha ganado en espesor y está paralela a la plaza de la iglesia y los laureles de indias. La gasolinera de DISA, la farmacia, unas cuantas casas y entre ellas la que hacía esquina con su típico alpendre de finales del siglo XIX, han pasado a formar parte de la memoria colectiva.
Según datos facilitados por el Observatorio Geofísico Nacional, el volcán no tiene interés, de momento, en agotar su capacidad. La medición de emisiones de dióxido de azufre en el penacho registró un valor de 28.745 toneladas, cuando, para valorar en una posible remisión de la erupción, habría que registrar valores que oscilan entre 100 y 500 toneladas diarias. Pero no es el caso, como se puede apreciar, de modo que todavía hay volcán para rato.
Día 33 de la erupción, en la cámara de Facundo Cabrera




Fotos: Facundo Cabrera para puentedemando.com