La vieja foto nos evoca la presencia del buque “Consuelo de Huidobro” fondeado al resguardo de la pequeña ensenada del puerto de Garachico, en el norte de Tenerife, en los años del intenso tráfico frutero desde el norte de Tenerife, para su transbordo en el puerto de la capital tinerfeña, que hasta 1927 fue la capital de Canarias.
Es un documento gráfico interesante y nos hace evocar la vida marinera del único buque que tuvo el Sindicato Agrícola de Exportadores de Santa Cruz de Tenerife, un intento de asociacionismo sectorial que tiene sus raíces en la inestabilidad que provocó la Primera Guerra Mundial.
En sus orígenes este buque había sido un gánguil construido en 1912 en el astillero Euskalduna con el nombre de “Larrasquitu”, por encargo de la compañía del Ferrocarril Bilbao-Portugalete. En 1925 la compañía santanderina Vapores Costeros compró este buque y lo transformó en mercante para dedicarlo al tráfico de cabotaje por los puertos del Cantábrico y recibió el nombre de “Consuelo de Huidobro”.
En diciembre de 1928, el Sindicato Agrícola de Exportadores de Santa Cruz de Tenerife adquirió en Bilbao el buque “Consuelo de Huidobro” para destinarlo al servicio frutero de cabotaje en Canarias. Desde el puerto de Santander se hizo a la mar al mando del capitán Riquelme y al amanecer del día 21 del citado mes arribó al puerto tinerfeño, continuando viaje aquella misma noche a Garachico, despachado por el consignatario Juan González.
De 395 toneladas brutas, 211 toneladas netas y 394 toneladas de peso muerto, medía 57,45 m de eslora total, 10,33 m de manga y 4,25 m de puntal. Estaba propulsado por una máquina alternativa de triple expansión –fabricada, bajo licencia, en los talleres de la firma MacColl & Pollock Ltd., en Sunderland– y una caldera a carbón, con una potencia de 350 caballos sobre un eje, que le permitía mantener una velocidad de ocho nudos.
Durante algo más de una década e inscrito en la matrícula naval de Santa Cruz de Tenerife, el buque “Consuelo de Huidobro” cumplió con su cometido alternando viajes de fruta y transporte de carga general.
En 1944 lo compró Rafael Trujillo Álamo, representante de la firma Trujillo Hermanos, vecinos de Agaete (Gran Canaria) y, en unión de los buques “Esperanto” y “San Carlos”, el buque de esta historia inició un servicio regular entre el puerto de Las Palmas de Gran Canaria y la playa de Sidi-Ifni. Habían transcurrido diez años desde que dicho enclave africano hubiera sido ocupado por las fuerzas al mando del coronel Capaz y los suministros llegaban todos por vía marítima.
En 1947 el buque “Consuelo de Huidobro” fue adquirido por Naviera Compostela y después de una modernización que cambió por completo su apariencia externa, recibió el nuevo nombre de “Río Sarela”. Después lo compró Fruteros Españoles, etapa en la que embarrancó en la costa de Agadir. Sucedió el 10 de febrero de 1962 y quedó en seco en la desembocadura del río Sus, siendo reflotado con la ayuda de las barcazas “Sahara” y “El Aargub”, a las que nos referimos en nuestro libro “Gris naval en la Marina Mercante española”. A remolque de ésta última arribó el 26 de febrero al puerto de Las Palmas de Gran Canaria, donde fue reparada.
Posteriormente pasó a la propiedad del armador Daniel Hernández Suárez, con oficinas en las dos capitales canarias, etapa en la que compartió singladuras con el buque “Costa Antillana”, de su misma contraseña, en los servicios regulares de cabotaje y con los puertos de El Aaiún y Villa Cisneros, hasta que sobrevino su pérdida. El 5 de marzo de 1973, cuando navegaba cerca de la capital del Sahara, el buque “Río Sarela” fue abordado y hundido por el petrolero griego “Tritón”.
La tripulación, formada por doce hombres, consiguió ponerse a salvo y fue rescatada por el pesquero “Manolo Marleta”, siendo desembarcada en el puerto de El Aaiún. Cuando se produjo el accidente, el buque “Río Sarela” contaba nada menos que 61 años de vida marinera.
Bibliografía
Suárez Bosa, Miguel. “Los sindicatos agrícolas en Canarias en el primer tercio del siglo XX”. Revista Española de Estudios Agrosociales y Pesqueros, pp. 113-138. Madrid, 1996.
Díaz Lorenzo, Juan Carlos (2013). Gris naval en la Marina Mercante española, p. 384. Santa Cruz de Tenerife.
Foto: Archivo de Juan Carlos Díaz Lorenzo