Han transcurrido algo más de seis años desde la decisión, en febrero de 2016, de desguazar el emblemático “el vaporcito del Puerto”, que así es como se conoce al buque “Adriano III”, hundido en la tarde del 30 de agosto de 2011 en el muelle Reina Victoria del puerto de Cádiz, tras chocar contra la escollera de Punta Soto cuando cubría el trayecto entre El Puerto de Santa María y la capital gaditana.
Después del golpe sufrido, el patrón que lo mandaba consiguió llegar a su atraque, donde finalmente se hundió a consecuencia de la vía de agua sufrida. Transcurrieron 28 días hasta que pudo ser reflotado y el 28 de noviembre siguiente llegó remolcado al Varadero del Guadalete, en Puerto de Santa María, siendo varado para su reparación, una decisión que se ha prolongado en el tiempo.
En febrero de 2012 –hace ahora algo más de diez años– se decía que el buque “Adriano III” saldría a pruebas de mar en breve y que el 12 de marzo siguiente, coincidiendo con el Bicentenario de la Pepa, haría su primer viaje coincidiendo con el Día de Andalucía. Pero nada de eso se cumple en medio de una disputa entre el armador y los carpinteros de ribera encargados de su reconstrucción.
Posteriormente se encarga el proyecto de reconstrucción al ingeniero naval José Ruiz Cortés y en agosto de 2012 el armador informa de que el buque “Adriano III” estaría de nuevo en servicio a partir de la primavera de 2013, incorporando facilidades para pasajeros PMR y una sola cubierta. Pero en 2014 cesó la actividad de Varadero del Guadalete, lo que conllevó el derribo de sus instalaciones y quedó como único testigo en estado de abandono “el Vaporcito del Puerto”
En mayo de 2020, Diario de Jerez informa de las vicisitudes que ha sufrido el citado buque: promesas de recuperación incumplidas “por parte de las todas las administraciones competentes” y la frustración de un proyecto de recuperación, debido a “las dificultades técnicas y los inasumibles requisitos técnicos administrativos, más estrictos en este caso por tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC)”.
En servicio desde 1955, primero propulsado por una máquina de vapor y después por un motor diésel, hace mucho tiempo se descartó que volviera a navegar y su anterior propietario, Manuel Ramos, que pretendía reconstruirlo para uso turístico, finalmente largó la toalla “ante las interminables trabas burocráticas que acabaron por aburrir a su impulsor”, destaca Diario de Jerez.
Con lo que queda del histórico “Adriano III” “exhibiendo impúdicamente su deterioro, para dolor de los portuenses”, en mayo de 2020 se presentó un nuevo proyecto de recuperación que, si bien no devolverá el buque a su anterior cometido, “sí que al menos lo rescatará del olvido y tratará de dignificar su futuro”. Ese empeño está en manos de la asociación portuense “El Vaporcito”, que se encontró con un primer obstáculo llamado crisis sanitaria y financiera del coronavirus. Se precisan 400.000 euros, cantidad respetable para un proyecto de este tipo. Ojalá se cumpla. Voluntad y ganas no les falta, pero la Administración también tiene que poner de su parte.
Fotos: Juan Cárdenas Tobías para puentedemando.com
1 comentario
Primero se espera a que el deterioro sea mas que evidente y cuando los gastos en la reparación son inasumibles, se pretende entonces su restauración. Siempre igual, no aprenderemos nunca, este barco es historia viva de la bahía de Cadiz.
Caso parecido el del submarino «Tonina», perteneciente al Ayuntamiento de Cartagena y que lleva un montón de años pudriendose en el carenero de Navantia, aunque es posible que precisamente eso es lo que quiere el consistorio, que se pudra de una vez y deje de ser para ellos un dolor de cabeza.