El trasatlántico británico “Almanzora” en La Palma (1936)

El 26 de marzo de 1936 arribó en su primera y única escala en el puerto de Santa Cruz de La Palma el trasatlántico británico “Almanzora”, procedente de Sierra Leona, con 200 turistas en tránsito y esa misma noche continuó viaje hacia Lisboa y Souhtampton, despachado por Juan Cabrera Martín. El práctico Tomás Yanes asistió al capitán en la maniobra de atraque y desatraque del elegante barco al que vemos en una panorámica con el mirador en primer plano, que felizmente se conserva aunque haya quedado engullido por el desarrollo portuario.
Construcción número 441 del astillero Harland & Wolff, en Belfast (Irlanda del Norte), el buque “Almanzora” era el último de una serie de ocho buques gemelos sobre el proyecto del tipo A de Royal Mail Lines. El 19 de noviembre de 1914 resbaló por la grada en la que había sido construido el tristemente famoso “Titanic” dos años antes y en septiembre de 1915 –iniciada desde hacía unos meses la Gran Guerra luego conocida como Primera Guerra Mundial–, entró en servicio en la misión de crucero auxiliar, incorporado a la flota del 10th Cruiser Squadron, en el que realizó diversos servicios hasta el final de la contienda.
Con la vuelta de la paz, el 14 de enero de 1919 fue devuelto a su condición de buque mercante y en el astillero de Belfast fue sometido a una gran reparación y un año después, el 9 de enero de 1920 zarpó de Southampton en su viaje inaugural a la República Argentina y escalas de su itinerario.
En septiembre de 1939 sería de nuevo requisado por la Royal Navy para su empleo como transporte de tropas. Consiguió sobrevivir a la contienda y en 1947 quedó amarrado a órdenes en Cowes Road y un año después se vendió para desguace a Blyth Iron & Steel Corporation, siendo remolcado hasta la ribera de Blyth donde se procedió a su desguace.
De 15.551 toneladas brutas, medía 188,10 m de eslora total, 22,20 m de manga, 10,98 m de puntal y 7,40 m de calado. Disponía de alojamiento para 1.785 pasajeros y estaba propulsado por cuatro máquinas alternativas de triple expansión, que tomaban vapor de ocho calderas y desarrollaba una potencia de 13.500 caballos y mantenía una velocidad de 18 nudos.
Bibliografía:
Díaz Lorenzo, Juan Carlos (1993). La Palma y el mar, p. 247. Presidencia del Gobierno de Canarias. Tauro Producciones. Madrid.
Foto: vía Francisco Sicilia Torres