El remolcador “Castillejos”, ex ST 501, había sido construido en los astilleros Platzer Boat Works, en Houston (EE.UU.) y entró en servicio en 1944. Adquirido por CEPSA en diciembre de 1951, en sus comienzos prestó servicios en el puerto de Ceuta, adonde llegó al mando del oficial Santiago Sánchez Olazábal. Después y por espacio de casi veinte años, trabajó en aguas del puerto de La Luz y Las Palmas.
Inscrito en la matrícula naval de Las Palmas de Gran Canaria, registraba 168 toneladas brutas y 52 toneladas netas, medía 26 m de eslora total -24,73 m de eslora entre perpendiculares-, 7,13 m de manga, 3,15 m de puntal y 2,58 m de calado. El equipo propulsor era similar al descrito en el remolcador “CEPSA”.
Al igual que ocurriera en Tenerife con el remolcador “CEPSA”, el remolcador “Castillejos” desarrolló una eficaz labor en multitud de servicios. El 24 de julio de 1964 se produjo el hundimiento de este buque cuando maniobraba al carguero finlandés “Atlanta”, falleciendo en el accidente un tripulante. Localizado a 14 metros de profundidad, el 12 de agosto siguiente se procedió a su reflotamiento, siendo reparado y reincorporado al servicio en febrero de 1965, cooperando en las operaciones portuarias con los remolcadores adscritos a aquel puerto, entre ellos los buques “Doramas”, “Gran Canaria”, “Nublo” y el emblemático “Tamarán”.
Así permaneció el remolcador “Castillejos” hasta el 14 de diciembre de 1974, en que se hizo a la mar al mando del capitán Dionisio Simón Meneses, en viaje a Huelva, a donde arribó cinco días después, siendo entregado a la Compañía Auxiliar Marítima del Sur, S.A.. Como quiera que el viaje duró bastante más tiempo de lo previsto, en algún momento se pensó que algo les había pasado y cundió la alarma, aunque finalmente llegó a su destino.
Después de efectuarse algunas reformas y la sustitución del motor propulsor por un motor Mak de 1.200 caballos, el veterano remolcador, que mantuvo su nombre original, continuó prestando servicios en aguas onubenses.
Foto: Archivo de Juan Carlos Díaz Lorenzo