Las medidas adoptadas por los Estados de la Unión Europea y otros países para restringir el movimiento de personas y así minimizar los riesgos de contagio, aunque comprensibles, tienen graves consecuencias para la movilidad de las tripulaciones, en el que el cierre de puertos se convierte en un factor relevante. Como consecuencia, los trabajadores, tanto en la mar como en tierra, están experimentando varios problemas que requieren una decisión inmediata.
Movimiento de las tripulaciones de los buques. Tiene suma importancia que los barcos puedan atracar donde sea necesario y que las tripulaciones puedan embarcar y ser relevados con el menor impedimento posible para que puedan incorporarse a sus buques y mantener así en funcionamiento las cadenas de suministro. Con las restricciones existentes en los puertos, y las reducciones en los vuelos, esto se está volviendo cada vez más difícil. Por eso, el sector pide flexibilidad para que la gente de mar sea eximida de prohibiciones de viaje nacionales e internacionales. También deberían ser tratados de manera pragmática cuando regresen a casa desde sus barcos. En estos momentos críticos, al igual que el personal médico y las fuerzas de seguridad, la gente de mar son trabajadores clave, los gobiernos deben reconocerlos como tales y otorgarles una consideración especial.
Período máximo de servicio. Bien sea a petición propia, o debido a la ausencia de tripulación que los reemplace, puede que los tripulantes tengan que pasar a bordo de los buques más tiempo que el especificado en sus contratos de empleo o en las normas laborables nacionales de algunos países. ECSA y ETF piden a los Estados del pabellón y del puerto para que apliquen un enfoque pragmático a tales situaciones y permitan que los tripulantes permanezcan a bordo durante un período razonable, más allá de sus turnos programados, debido a las implicaciones la pandemia, teniendo en cuenta que los buques deben navegar con su tripulación de seguridad completa.
Certificados de la gente de mar. Las restricciones de viaje y la imposibilidad para abandonar el buque pueden ocasionar que la gente de mar no pueda cumplir los requisitos para renovar sus certificados profesionales o médicos, que podrían caducar. De nuevo se pide a los Estados del pabellón y del puerto para que muestren pragmatismo al extender la validez de los certificados por al menos tres meses. Para ser eficaz, esto requeriría una acción en los acuerdos regionales de control por en los puertos del Estado en todo el mundo.
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