Finalmente, el puerto de Santa Cruz de Tenerife ha perdido la oportunidad de que Peninsula Petroleum Group, empresa de suministro de combustible a nivel mundial, se establezca en sus instalaciones y ha anunciado que lo hará en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Todo parece indicar que las gestiones que en su día hizo el anterior director, José Rafael Díaz Hernández, no han tenido la continuidad deseada.
Peninsula Petroleum Group viene suministrado desde 1999 a través de un acuerdo con CEPSA, pero ahora ha decidido hacerlo con identidad propia y prevé suministrar en torno a unas 80.000 toneladas mensuales a unos 150 buques, es decir, en torno a un millón de toneladas y unos 1.800 buques anuales.
Con este nuevo fracaso comercial, el puerto de Santa Cruz de Tenerife sigue sometido al antojo de la compañía árabe CEPSA. La decadencia es notable e irá a más, pues las oportunidades no solo se pierden en el sector del suministro de combustible, sino también en reparaciones navales, donde la caída ha sido brutal, siempre a favor de Las Palmas.
Tras el fiasco del dique flotante de Palumbo Tenerife y el retroceso de Tenerife Shipyard, que ha aplazado la incorporación de un dique flotante, más el cese de operaciones de la refinería con la extinción del tráfico de petroleros de crudo, queda el transbordo de contenedores –aunque últimamente no mantiene el ritmo deseado–, el tráfico cautivo de mercancías y combustibles y los cruceros de turismo.
Foto: imagen corporativa