En los últimos meses el puerto de Santa Cruz de Tenerife ha perdido fuelle en el sector «off shore», en el que había adquirido un notable protagonismo a nivel internacional. De las ocho plataformas petrolíferas que encontraron abrigo al mismo tiempo al resguardo de Anaga, ahora solo queda una, pues las siete restantes están casi todas amarradas en el puerto de Las Palmas, donde la actividad de mantenimiento y reparaciones es frenética.
Otras siguen ocupando atraque –y pagando sus tarifas correspondientes– en el dique del este, extremo del muelle sur, un flotel en la Dársena de Los Llanos y dos en el puerto de Granadilla desde noviembre de 2017, donde está, además, un trozo del dique flotante de Palumbo y un remolcador de guardia permanente. Como se puede apreciar, este tipo de tráfico se ha estancado y ello repercute en la actividad económica del puerto tinerfeño.
A pesar de este panorama, la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife conoce la importancia que tiene este tráfico y asistirá la próxima semana en Stavanger (Noruega), junto a una representación empresarial local, a la principal feria del sector offshore en Europa denominada ONS 2018, donde ofrecerán información de los servicios que prestan. ONS se celebra cada dos años y reúne a 1.200 expositores y unos sesenta mil visitantes.
Foto: Roberto González Díaz