En febrero de 1929, Compañía Valenciana de Remolcadores contrató con el astillero Unión Naval de Levante la construcción remolcador “Ángela Comes”, que fue el primero como tal en la historia de la citada factoría. Puesta la quilla el 31 de enero de 1930, el 10 de agosto siguiente se procedió a su botadura y el 25 de septiembre del citado año se entregó a su propietaria, después de realizar las pruebas de mar oficiales, en las que alcanzó una velocidad de 10,15 nudos.
Estaba precedido por el buque “F. Montenegro”, entregado en junio de 1929 a la Junta de Obras del Puerto de Huelva, aunque no era un remolcador en sentido estricto, pues su cometido principal consistía en el transporte de automóviles y 102 pasajeros, así como la asistencia técnica a las boyas luminosas del canal onubense y el remolque cuando fuera preciso.
Tras la construcción del remolcador “Ángela Comes”, la Marina de Guerra contrató en tiempos de la Segunda República un lote de seis remolcadores numerados R-11 a R-16, que fueron entregados el 30 de mayo de 1935, cinco meses después de que hubiera sido puesto a flote el primero de ellos.
Después de la guerra civil, en marzo de 1946 entregó los remolcadores “Vila” y “Orellana”, construidos por encargo de la Junta de Obras del Puerto de Sevilla. Hubo un gran retraso en la terminación de estos buques, pues contratados en marzo de 1941 y puesta la quilla de ambos en marzo siguiente, fueron botados en julio de 1942.
En enero de 1942, la Marina de Guerra acudió de nuevo a Unión Naval de Levante para la construcción de cuatro remolcadores de 300 caballos de potencia, numerados RP-34 a RP-37, que también fueron entregados con también notable retraso, entre mayo de 1946 y julio de 1947, respectivamente, debido a las dificultades en el suministro de equipos.[1]
Pasados los años, Unión Naval de Levante construiría remolcadores en el astillero Vulcano de Barcelona y tal actividad especializada volvería cuando el astillero valenciano pasó a la propiedad de Vicente Boluda. Etapa en la que, entre remolcadores, barcazas y buques petroleros para bunkering, tomaron forma la mitad del total de buques que nacieron en esta histórica factoría a lo largo de toda su existencia.
Volviendo a nuestro protagonista, que bien podemos considerar el primer remolcador construido en el astillero Unión Naval de Levante –construcción número 16–, era un buque de 105 toneladas brutas y 45 toneladas de peso muerto, con un desplazamiento de 195 toneladas a plena carga en un casco de 26,15 m de eslora total –24,40 m de eslora entre perpendiculares–, 5,50 m de manga, 3,12 m de puntal y 2,70 m de calado.
Estaba propulsado por una máquina alternativa de triple expansión, fabricada en 1919 por Alexander Hermanos en Barcelona, de 450 caballos, que tomaba vapor de una caldera cilíndrica y le permitía mantener una velocidad de diez nudos. Estaba equipado con una bomba contraincendios, que le permitía lanzar un caudal de 60 toneladas hora a través del monitos correspondiente. El lector puede encontrar una descripción técnica muy completa en la revista “Ingeniería Naval”.[2]
Sin que hayamos podido precisar fecha, el remolcador “Ángela Comes” pasó a la propiedad de AUCONA, tripulado por personal de Compañía Trasmediterránea, cuya contraseña enarbolaba en el tope y la chimenea pintada con los colores amarillo y rojo. Tampoco tenemos el dato de su baja, de modo que si alguno de nuestros amables lectores nos lo puede proporcionar, será bien recibido.
Tenemos constancia de la presencia de este buque en los puertos de Valencia, Barcelona y Cádiz, donde pasó la mayor parte de su vida marinera. En febrero de 1943 intervino en el reflotamiento del buque de bandera española “Alcatraz”, conocido en Cádiz “como el barco del arroz”. En marzo de ese mismo año auxilió al remolcador “Matagorda”, que se quedó el garete en aguas de la bahía gaditana, con 500 trabajadores del astillero de regreso a sus casas.
En abril de 1945 tuvo una participación destacada en el reflotamiento del buque “Capitán Segarra”, tras su embarrancada en el bajo de Los Cochinos. En octubre de 1953 se le concedió la Cruz del Mérito Naval de primera clase con distintivo blanco a Juan Moreno Rodríguez, patrón del remolcador “Ángela Comes”.[3]
El 20 de enero de 1958 participó en las labores de extinción del incendio declarado a bordo del buque “Ciudad de Valencia”, cuando se encontraba atracado en el puerto de Cádiz requisado por el Ministerio del Ejército para el transporte de material de guerra con destino a las tropas españolas de la guerra de Ifni-Sahara.[4]
Notas
[1] XXV Aniversario de Unión Naval de Levante, pp. 114-118. Valencia, 1949.
[2] Ingeniería Naval, pp. 510-517, noviembre de 1931.
[3] Diario Oficial del Ministerio de Marina, número 241, p. 1.596, de 27 de octubre de 1953.
[4] Font Betanzos, Francisco. “Ciudad de Valencia: un buque con historia”. Revista de Marina, p. 232, marzo de 2010.
Fotos: archivo de Laureano García Fuentes
1 comentario
Hola, éste remolcador fué el segundo que construyó la UNL. El primero fué el » F. Montenegro», construcción n11. Anteriormente, en los Talleres Gómez, ya se habían hecho dos remolcadores. Fueron el «Manuel María» en 1908 y el «Monserrat» en 1909.