En la imagen vemos quizás el primer boceto publicitario publicado a finales de la década de los años sesenta, en la que se mostraba el aspecto exterior de la futura terminal del aeropuerto de La Palma. Como puede apreciarse, con relación a la terminal construida, no seguiría este modelo y tenia notorias diferencias, tanto en su volumetría como en sus accesos. La torre de control quedó exenta y el edificio principal resultó más pequeño, de 1.000 metros cuadrados de superficie. Pensamos que, como suele suceder, por cuestiones presupuestarias.
El estudio fue realizado por la empresa AEROCAM. Según se decía entonces, la pista de vuelo tendría una longitud de 1.700 m y una anchura de 150 m. El presupuesto se estimaba en 242.126.000 pesetas, unos 430.000 euros de hoy.
El aeropuerto sería construido donde a comienzos de la década de los años cincuenta, el alcalde de Mazo, Toribio Brito de Paz, había ofrecido unos terrenos apropiados. El tiempo le daría la razón dos décadas después, tras la experiencia del aeropuerto de Buenavista, rematado por el accidente de un avión Fokker F-27 de Iberia ocurrido en la víspera de Reyes de 1970.
Foto: archivo de Fernando Rodríguez Sánchez