La presidenta de Navantia, Susana de Sarriá, se ha reunido con toda la plantilla para impulsar el despliegue del Plan Estratégico con el objetivo de poner a las personas en el centro de la transformación emprendida por la empresa. Las reuniones se han celebrado estos días en sendos actos de presentación del Plan celebrados en la Ría de Ferrol, la Dársena de Cartagena, Oficinas Centrales y Bahía de Cádiz.
Susana de Sarriá ha hecho un llamamiento a toda la plantilla a sumarse a los cambios del Plan que van a permitir a Navantia asegurar su viabilidad y reforzar sus señas de identidad como empresa estratégica para la seguridad y defensa de los ciudadanos, a la vanguardia tecnológica y motor de crecimiento y cohesión social.
El Plan da respuesta a los retos a los que se enfrenta la compañía en un mercado cada vez más exigente y tecnológico con el objetivo de incrementar su competitividad, reforzando su propuesta de valor en productos y servicios nacionales e internacionales, rejuveneciendo la plantilla y modernizando los procesos, productos e instalaciones.
El Plan Estratégico de Navantia, aprobado a finales del pasado año está siendo desplegado por la empresa en base a sus tres pilares: El Plan Comercial y de Operaciones aspira a dotar de suficiente carga de trabajo a todos los centros, el Plan de Eficiencia Operativa impulsa la transformación digital hacia el astillero 4.0 y el Plan de Rejuvenecimiento y de formación de la plantilla y nuevo convenio único, que permitirá 1.658 incorporaciones; todo ello está impulsado por un proceso transversal de evolución cultural.
Para el despliegue del Plan Estratégico se ha desarrollado el Proyecto Verne, que incluye las 15 iniciativas clave para su impulso, y sobre las que Navantia ya está trabajando intensamente.
El astillero del futuro será un inteligente, digital y colaborativo, desde el diseño a la construcción, integración y pruebas, entrega y apoyo al ciclo de vida. En este modelo todos los implicados estarán coordinados y conectados: diseñadores, suministradores, subcontratistas, producción, sociedades de clasificación y cliente.
Todo lo anterior no sería posible sin contar con un capital humano, una industria colaboradora y unos socios nacionales e internacionales. Para llevar a cabo este proyecto, estas personas serán el centro de la transformación digital.
La contribución de todos los actores del sector, los clústers, los centros educativos y tecnológicos, entre otros, con el apoyo de la Administración nacional y local, será esencial en la gestión de este cambio hacia una cultura y organización digital, para que la evolución de la tecnología en la industria naval sea una realidad.
El Astillero 4.0 pone el foco en el cliente, por ello, Navantia colabora con el Ministerio de Defensa y la Armada española para su implementación, y participa en los distintos grupos de trabajo que han puesto en marcha para que la transformación digital desarrolle todo su potencial en los nuevos buques inteligentes y en los procesos asociados a su operación y sostenimiento.
Foto: cedida