En los últimos cuarenta años, varios buques de construcción española han sido transformados en establos flotantes. Los primeros fueron los petroleros “Alcántara” y “Santiago”, el carguero “Eslava”, los rolones “Benirredra” y “Cervantes” y los tipo ro-lo “Julia del Mar” y “Gracia del Mar”. En esta oportunidad centraremos nuestra atención en el petrolero “Santiago”, que acabó siendo uno de los mayores establos flotantes de su época renombrado “Al Qurain”.
En enero de 1967 entró en servicio el petrolero “Alcántara”, seguido de su gemelo “Santiago”, en mayo del citado año. Ambos buques, construidos en la factoría de Astilleros de Cádiz, tenían una elegante estampa marinera, con un casco de proa lanzada y bulbo y dos chimeneas paralelas. Con su incorporación, REPESA marcó un hito en la historia de la construcción naval española y para completar sus necesidades se fletó a Naviera Ibérica el petrolero “Juan de Austria”, de similares características.
Construcciones números 82 y 83 del citado astillero gaditano, eran buques de 38.663 toneladas brutas y 65.551 toneladas de peso muerto. Medían 195,31 m de eslora total –180,75 m de eslora entre perpendiculares–, 35,56 m de manga, 16,72 m de puntal y 12 m de calado. Podían cargar 85.000 metros cúbicos en 10 tanques y cada uno de ellos estaba propulsado por un motor Sulzer, de 20.700 caballos de potencia, que le permitía mantener una velocidad de 17 nudos.
A finales de 1974, el Instituto Nacional de Industria decidió unificar su política de refino en las instalaciones de su propiedad con la intención de racionalizar la producción, aumentar la eficiencia y obtener economías de escala en la gestión de la flota, razón por la cual se fusionaron las refinerías de REPESA (Escombreras), ENCASO (Puertollano) y ENTASA (Tarragona), dando origen a la Empresa Nacional de Petróleos (ENPETROL).
Desde finales de la década de los años cincuenta, REPESA había desarrollado su propia actividad naviera, que perdió importancia a partir del momento de la fusión. Pero existía una presión permanente por parte de los grandes astilleros nacionales –también controlados por el INI– para que ENPETROL, en vez de aumentar sus fletamentos a terceros, incrementara su flota propia. Sin embargo, ENPETROL evitó esas presiones, ya que el mercado de fletes conocería largos periodos de incertidumbre tras la crisis del petróleo de 1973.
Sólo hubo un caso en el que fue imposible evitar la adquisición de un buque, y ello como consecuencia de la necesidad por parte de ASTANO de colocar un barco en construcción encargado por el armador venezolano HIDECA, que se había demostrado insolvente. Este buque pasó finalmente a ser propiedad de ENPETROL en una compleja operación donde la empresa venezolana incumplió todos sus compromisos [1].
En el otoño de 1975, HIDECA anuló el contrato del citado petrolero cuando su construcción se encontraba muy avanzada, planteándole a ASTANO el cambio de su pedido por dos petroleros de 100.000 toneladas de peso muerto cada uno. Al ser ASTANO y ENPETROL empresas participadas por el INI, se autorizó la operación de intercambio de dos petroleros de ENPETROL –“Alcántara” y “Santiago”– a la citada compañía venezolana, a cambio del nuevo buque en construcción, que se incorporó en diciembre de 1976 bautizado con el nombre de “Carthago-Nova”.
Renombrados “Ribaforada” y “Valtierra”, ambos buques pasaron a la propiedad de la sociedad Transportes Marítimos Pesados. Transcurrieron otros dos años fletados al servicio de ENPETROL renovando fletes para el suministro de crudo a la refinería de Escombreras y en 1978 estaban amarrados en Palma de Mallorca pendientes de destino.
En 1979 ambos petroleros fueron vendidos a la compañía Kuwait Livestock Transport & Trading Ltd. y transformados en establos flotantes en el astillero de Setúbal (Portugal), siendo dotados de una gran superestructura sobre la cubierta principal y renombrados bautizados “Kaifan” –que en ese mismo año cambió por “Al Yasrah”– y “Al Qurain”. A partir de entonces pasaron a navegar en el tráfico de animales vivos entre Arabia y Australia. En 1996 el primero de ellos fue renombrado “Azak II” y se vendió para desguace en Gadani Beach (Pakistán), a donde arribó en junio del citado año, mientras que el segundo se desguazó en el mismo destino en octubre de 1997.

[1] Díaz Lorenzo, Juan Carlos (2006). La estela del petróleo. pp. 279-281. Gobierno de Canarias. Santa Cruz de Tenerife.
Fotos: shipsnostalgia.com