Por espacio de algo más de un cuarto de siglo, entre 1943 y 1970, navegó al servicio de CAMPSA el petrolero «Campanario», cuya estampa marinera era el reflejo de una etapa de la construcción naval británica, que tanto éxito había tenido desde comienzos del siglo XX. Proa recta y popa de espejo, puente al centro y máquina a popa con alta chimenea, pintado el casco de color negro e impecable en su aspecto, como todos los barcos de la citada compañía, que ya forma parte de la historia marítima de este país.
Dice el Lloyd’s Register of Shipping en su edición de 1930 que se trataba de un “vapor de casco de acero y de hélice, maquinaria a popa, luz eléctrica, telegrafía sin hilos, sistema de construcción longitudinal, dos cubiertas corridas, clasificación + 100 A1, máquinas aptas para el consumo de fuel”. Este buque, de azarosa vida marinera, era la construcción número 380 de los astilleros R. Duncan & Co., en Port Glasgow y fue botado el 13 de marzo de 1928 con el nombre de «Vallejo» y contraseña de la sociedad Vallejo Steamship Co. Ltd., aunque, en realidad, era propiedad de Gow Harrison & Co. Ltd.
Su etapa española comenzó en el segundo semestre de 1937, durante la guerra civil, cuando fue adquirido por CAMPSA-Gentibus [1] y navegó en el suministro de combustible a las fuerzas republicanas enarbolando bandera de conveniencia con el nuevo nombre de «Saustan». [2]
Cuando acabó la guerra civil, CAMPSA-nacional pudo recuperar el petrolero «Saustan», que se encontraba internado en el puerto de Saint Louis du Rhóne y llegó a Barcelona el 2 de noviembre de 1939. Sin embargo, en aquellos momentos no se disponía de documentación suficiente para acreditar que el buque era propiedad de CAMPSA, por lo que lo incautó el Estado, siendo entregado el 1 de diciembre siguiente a la Gerencia de Buques Mercantes para Servicios Oficiales, si bien por tratarse de un petrolero, después de haber sustituido su nombre por el de «Castillo Campanario», y en atención a lo solicitado por CAMPSA, le fue cedido para su explotación.
El 5 de marzo de 1942, una orden de la Presidencia del Gobierno declaró que el petrolero «Saustan» era propiedad de CAMPSA y, en consecuencia, se anuló el contrato de arrendamiento, reembolsando a la compañía el importe de las cantidades abonadas por este concepto.
El 12 de marzo de 1943 entró al servicio de CAMPSA con el nuevo nombre de «Campanario». En sus primeros años de mar enarbolando la contraseña del Monopolio dio algunos viajes al Golfo Pérsico y a Venezuela, a cargar crudo para la refinería de CEPSA en Tenerife. Después pasó al tráfico de productos refinados pesados, realizando frecuentes escalas en el puerto tinerfeño, en unión de otros barcos de su misma contraseña.
El 22 de marzo de 1961 embarrancó en los bajos de La Osa, en las proximidades del puerto de El Musel (Gijón), cuando llegaba procedente de Santa Cruz de Tenerife con un cargamento de 8.000 toneladas de fuel-oil, parte del cual se vertió al mar como consecuencia de la rotura de un tanque. El resto de la carga fue transbordado en varios viajes al petrolero «Camprodón», lo que permitió su reflotamiento tres días después.
El 10 de agosto de 1964 se declaró un incendio en la sala de máquinas cuando navegaba por el río Guadalquivir y se encontraba a unos dos kilómetros del puerto de Sevilla, en las proximidades de Coria del Río. El siniestro se produjo a la altura del lugar conocido como Villa Anita y “desde el barco, la tripulación dio voces a las personas que se hallaban en tierra para que avisaran a la Guardia civil de esta población. La Comandancia de Marina cursó aviso al servicio de bomberos de Marina de Sevilla, que se personó inmediatamente con cuatro coches del servicio de extinción, dos motobombas y el personal necesario. El barco quedó varado, ya que el incendio destruyó la sala de máquinas”.[3] En su ayuda acudieron los remolcadores «Ángela Comes», «Formentera» y «Giralda», que se ocuparon posteriormente de remolcarlo hasta Sevilla, donde se procedió a su reparación.
El resto de su larga y provechosa etapa con CAMPSA transcurrió sin otras incidencias apreciables, hasta su desguace en 1970, cuando contaba 42 años de vida marinera, 33 de ellos por cuenta de intereses españoles y los últimos 27 por cuenta de CAMPSA, etapa en la que perteneció a la matrícula naval de Cádiz.
En sus últimos años de servicio fue un buque de 5.958 toneladas brutas, 3.335 toneladas netas y 9.375 de peso muerto, con un desplazamiento a máxima carga de 13.319 toneladas. Medía 124 m de eslora total -122,21 m de eslora entre perpendiculares-, 16,52 m de manga, 9,17 m de puntal y 7,69 de calado. Propulsado por una máquina alternativa de triple expansión y tres calderas con una presión de trabajo de 210 libras, nueve hornos con una superficie de parrilla de 172 pies cuadrados y una superficie de calefacción de 8.202 pies cuadrados, la potencia indicada era de 1.874 caballos y mantenía una velocidad de 10 nudos con buen tiempo. Dicha máquina había sido fabricada por la firma Raukin & Blackuire Ltd. Co., en Greenock.
Notas
[1] CAMPSA-Gentibus fue una empresa subsidiaria creada oficiosamente por el Gobierno de la República, el 1 de julio de 1937, en tiempos de la presidencia de Juan Negrín y ratificada por decreto de 27 de febrero de 1938. Con la victoria de los nacionales, el 24 de abril de 1939 comenzó su trabajo una comisión liquidadora que estuvo en funcionamiento hasta enero de 1950, en que se quedó definitivamente disuelta.
[2] En dicho año también fueron comprados otros dos petroleros, «English Tanker», ex «Oilfield» y «Miocene», ex «Eocene», que pasaron a la Gerencia, al final de la guerra, con los nombres de Castillo Almenara y Castillo Pedraza, respectivamente. El primero, reparado, pasó a la propiedad de CAMPSA con el nuevo nombre de «Camposines», mientras que el segundo, que iba a llamarse «Campanero» -nombre que nunca llegó a ostentar- fue desguazado debido a su mal estado.
[3] ABC de Sevilla, 11 de agosto de 1964.
Bibliografía:
Díaz Lorenzo, Juan Carlos. Empresa Naviera Elcano. Seis décadas de historia. Madrid, 2004.
Díaz Lorenzo, Juan Carlos. La estela del petróleo. Santa Cruz de Tenerife, 2006.
González Echegaray, Rafael. La Marina Mercante y el tráfico marítimo en la guerra civil. Madrid, 1977.
Martínez Gil, Alfonso. Cincuentenario de la flota del Monopolio de Petróleos. Madrid, 1977.
Sanahuja, Vicente. www.vidamaritima.com
Fotos: Archivo de Juan Carlos Díaz Lorenzo