Francisco Noguerol Cajén nació tierra adentro, Madrid (1948) y es hombre de mar y barcos. No tiene nada de extraño. Muchos hombres de la meseta castellana han sentido la llamada del mar y han dado lo mejor de sus vidas y nuestro protagonista es uno de ellos. Toda su vida profesional está relacionada con la inmensidad del océano, con las idas y las venidas en viajes largos y viajes cortos, en el tráfico «tramp» y en las líneas regulares y, más allá de su cometido profesional, tiene una vocación apasionante por la pintura.
Una pasión, decimos, convertida en vocación, lo mismo que horizonte de libertad reflejado en los límites casi infinitos del mar. En Madrid, siendo un muchacho, sintió una doble llamada: la navegación y la pintura. De esta última estudió dibujo y pintura en el estudio de los hermanos Iñigo y de la primera, cursó estudios en las Escuelas Oficiales de Náutica de La Coruña y Santa Cruz de Tenerife, etapa que marca el inicio de su relación con Canarias.
Un día de 1974, siendo alumno en el buque “Ciudad de Pamplona”, recaló en Santa Cruz de La Palma y allí se quedó para siempre años después. Navegaría, después, en los buques “Arapiles”, “Campeador”, “Beatriz del Mar”, “Clotilde del Mar” y “Monte Balerdi”. Obtenido el título de piloto de segunda clase, entre enero de 1977 y mayo de 1978 navegó como segundo oficial en los buques “Sealord I”, “Robertina” y “Costanza M”, todos de pabellón de conveniencia.
En julio de 1979 llegó por primera vez a Antonio Armas Curbelo, para desempeñar el mando de los buques “Volcán de Yaiza”, “Volcán de Timanfaya” y “Volcán de Tisalaya”. Desembarcó en marzo de 1980 para ir de primer oficial del buque “Villafranca” y luego pasó a la construcción del cementero “Berriz”. En marzo de 1981 regresó de nuevo a Antonio Armas Curbelo, desempeñando el mando de los buques “Volcán de Yaiza”, “Volcán de Timanfaya”, “Volcán de Tisalaya”, “Puente Canario”, “Volcán de Tamia”, “Volcán de Tinache” e “Isla de Tenerife” –después renombrado “Volcán de Tahíche”–, del que fue su primer capitán cuando lo compró Naviera Areca, una de las sociedades del Grupo Armas.
Posteriormente pasó a flota de Líneas Fred. Olsen, en la que fue primer oficial y capitán de los buques “Bajamar” y “Bañaderos”, luego renombrado “Barlovento”. En 2005 obtuvo la plaza de práctico titular del puerto de Santa Cruz de La Palma, en el que ha permanecido hasta su jubilación en 2017. Para llegar hasta este hito profesional quedaron atrás 26 años de experiencia como capitán en Naviera Armas y Líneas Fred. Olsen.
El pañol de pintura del capitán Francisco Noguerol es una constante vital. Su obra, plasmada preferentemente en acuarela –también trabaja el óleo, el pastel y el carboncillo–, se ha convertido desde hace años en un claro exponente de su buen quehacer y está estrechamente relacionada con la Marina Mercante española.
Encontramos, sobre todo, constantes referencias a la etapa del vapor, de los negros penachos de humo, de las proas rectas y las popas de espejo, del latir acompasado de las máquinas alternativas de triple expansión, de las despedidas y los recibimientos a pie de muelle, y también a los “liners” que abrieron la mar camino de América y aquellos que sestearon tranquilos al resguardo del Risco de la Concepción, entre ellos “los tres Comillas” de Compañía Trasatlántica Española: “Magallanes”, “Juan Sebastián Elcano” y “Marqués de Comillas”.
Y entre sus predilecciones, el histórico vapor “La Palma”, que el próximo año cumplirá su primer centenario. Son numerosos los cuadros del capitán Noguerol sobre éste y otros muchos barcos que han sido presentados en varias exposiciones –Casino de Santa Cruz de Tenerife, Casino de Santa Cruz de La Palma, Casa Cabrera, Estación Marítima de Santa Cruz de La Palma, Salón de Otoño de Madrid…–, respaldado siempre por el éxito y el reconocimiento a su buen y bien hacer.
Francisco Noguerol, viejo y buen amigo, es el autor, asimismo, de las acuarelas que ilustran las portadas de algunos libros de quien suscribe: “Antonio Armas. La tradición de un naviero” (1995), “Canarias y la Armada Española” (1995), “Por el mar de las islas” (1995), “Empresa Naviera Elcano” (2004), “Escala en el Atlántico” (2006), “Los volcanes de La Palma. Una aproximación histórica” (2008) y “Álvaro Rodríguez López (1885-1958). Simbiosis entre La Gomera y Fred. Olsen” (2017).
Más allá de la pintura, Francisco Noguerol despliega su faceta artística en otros dos frentes: el modelismo naval y la fotografía. Es miembro de la Academia Canaria de Ciencias de la Navegación y, en septiembre de 2009, obtuvo la calificación de sobresaliente “cum laude” a su tesis doctoral titulada “Análisis de los motivos náuticos en la construcción de embarcaciones y buques”.
A modo de resumen de su trabajo de investigación, desde la antigüedad las embarcaciones fueron adornadas con distintos motivos náuticos que fueron evolucionando a lo largo del tiempo, llegando su uso hasta nuestros días, si bien ya no con la justificación que los hacía necesarios en los primeros tiempos. En su estudio, el capitán Francisco Noguerol analiza, en primer lugar, los exvotos marineros pictóricos, su evolución, características tales como año, tamaño, material utilizado, motivo o promesa a la que se debe, zona geográfica en la que tuvo lugar, puerto de salida y destino ó zona marítima en la que tuvo lugar, lugar y país en los que se encuentra, etc. También se estudian los modelos procesionales, modelos votivos y otros exvotos marineros.
En el capítulo dos se estudian los exvotos en Europa para continuar con un apartado dedicado a la isla de La Palma, con sus distintos santuarios y conventos. En el cuarto aparecen los modelos votivos andaluces, para continuar con los hallados en Galicia y Cantabria. A continuación se estudian los pertenecientes a Cataluña y Baleares. En relación con los mascarones de proa, después de una introducción, se dedica un amplio capítulo a los mascarones clásicos y otro a los mascarones modernos en buques de vela.
Finaliza el tema con los mascarones en buques de propulsión mecánica, así como historias, anécdotas y curiosidades. Por último, aparece un índice de los buques estudiados, una relación de los numerosos museos, iglesias y capillas visitadas, seguidos del correspondiente apartado de resultados y discusión, las conclusiones y la bibliografía utilizada.
