El buque metanero español “Sevilla Knutsen”, que el pasado 17 de abril tocó fondo en el atolón Eauripik, en el Pacífico, navega a velocidad económica y ya se encuentra en aguas de Filipinas, donde le espera personal técnico de Knutsen para inspeccionar y evaluar los daños sufridos en el casco. Según han precisado fuentes conocedoras del suceso, el atolón figura en las cartas aunque está desplazado respecto de su posición real. En el caso de las cartas en papel a unas pocas millas y, al parecer, algo más de 40 millas hacia el este en el caso de las cartas electrónicas, que son las que dispone el buque afectado. “Todo se verá en la investigación”, precisaron.
Aunque inicialmente se dijo que el pequeño atolón no figuraba en las cartas de navegación, después se ha aclarado el error cartográfico. La posición conocida del accidente corresponde a 06º 41′ 30″ N y 143º 00′ 00″ E. Se ha informado de que el daño en la proa y en el doble casco del buque es considerable. En el momento del impacto navegaba a poco más de 18 nudos en lastre entre Japón y Australia, para cargar en el puerto de Gladstone. En la tarde de ayer se encontraba a unas 50 millas al este del golfo de Leyte, manteniendo una velocidad que oscila entre 10 y 12 nudos.
Pendientes de que Knutsen OAS Shipping pueda aclarar el suceso, al parecer se han producido cuatro vías de agua de diversa importancia, una de ellas en la sala de máquinas. El día 18 el buque se aproximó a la isla de Guam, para tratar de recabar ayuda de la base naval americana allí situada. El mando militar les ofreció un helicóptero para la evacuación de la tripulación, lo que no llegó a producirse y se decidió continuar viaje a Filipinas. No hay heridos entre su tripulación, que ha demostrado una gran profesionalidad para afrontar una emergencia de este tipo.
Foto: Foggy (shipspotting.com)