La Fundación Alvar Aalto celebra el 90º aniversario de Artek con un repaso y una muestra de algunos de los menos conocidos documentos y materiales guardados en su archivo. Desde 2013 Artek es propiedad de la firma de mobiliario suizo Vitra, que ha mantenido su compromiso de preservar el legado de sus fundadores y avanzar en diseños en la línea del manifiesto de la marca, de la que Valoffice es su distribuidor oficial y potencia su legado.
El llamado Manifiesto Artek (Helsinki, 1935) está considerado el documento más importante de la fundación de la empresa. Existen varias versiones, con significativas diferencias entre ellas. La tabla resume los objetivos programables de los fundadores de Artek: los arquitectos Alvar y Aino Aalto, la promotora de artes visuales Maire Gullichsen y su marido el historiador de arte Nils-Gustav Hahl.
El objetivo principal de Artek era proporcionar una plataforma comercial para la distribución internacional de muebles Aalto, pero los fundadores también tenían objetivos culturales más amplios, creando un proyecto que mezclara los conceptos de arte y tecnología.
Movidos por esta idea, los fundadores crearon un manifiesto en el que se comprometían a alcanzar la síntesis de las artes, mejorar la vida diaria de las personas, y llevar a Finlandia el modernismo al mismo tiempo que expandían los nuevos diseños de Alvar Aalto.
Artek se convirtió muy pronto en uno de los “players” más innovadores del momento, realizando numerosas contribuciones al diseño moderno y destacando por sus innovaciones técnicas, aplicadas sobre todo al tratamiento de la madera. Este material, por el que Alvar Aalto sentía especial atracción, sigue siendo hoy en día una de las señas de identidad de la firma Artek.
La intersección entre arte y tecnología se trasladó también a la forma en la que los Aalto y sus socios concibieron los espacios de la marca. La primera tienda Artek abrió sus puertas en 1936, y en un local anexo abrió sus puertas Artek Gallery. Hasta los años 90, en la Artek Gallery se presentaron exposiciones de artistas finlandeses e internacionales, como Pablo Picasso o Joan Miró, cuyas obras convivían con los objetos de diseño de Artek.
Desde 1936, la colección de Artek ha crecido con piezas de mobiliario, iluminación y accesorios creadas por diseñadores finlandeses bajos los principios de claridad, funcionalidad y simplicidad. Algunos de sus productos más icónicos son el taburete 60 o la silla Paimio, que Alvar Aalto diseñó para los enfermos de tuberculosis del Sanatorio Paimio, que debían estar sentados muchas horas.

Fotos: Ninaraas y Fundación Alvar Aalto