Se cumplen hoy, 12 de abril, 110 años de la entrega oficial del vapor “La Palma” a la Compañía de Vapores Correos Interinsulares Canarios. Formaba parte de los seis buques construidos para cumplir con el contrato firmado con el Estado, de prestación de servicios regulares en las líneas insulares y la vecina costa africana. Los otros cinco recibieron los nombres de “León y Castillo”, “Viera y Clavijo”, “Lanzarote”, “Fuerteventura” y “Gomera-Hierro” y todos ellos fueron construidos en astilleros británicos.
Como ya conocen nuestros lectores, este buque es contemporáneo del tristemente célebre “Titanic”. En 1930, la citada compañía se fusionó con Compañía Trasmediterránea y ésta absorbió a los correíllos, sus tripulaciones y el personal de tierra, así como sus instalaciones portuarias.
En marzo de 1986, siendo José Segura Clavell presidente del Cabildo Insular de Tenerife, el vapor “La Palma” llegó a Santa Cruz de Tenerife tras la estela del remolcador “Tamarán” desde la capital grancanaria, donde se encontraba amarrado desde hacía una década. Desde entonces han transcurrido 36 años en los que una serie de vicisitudes han alargado el proceso de restauración y no parece que su final museístico esté cercano.
De 894 toneladas brutas, 514 toneladas netas, 523 toneladas de peso muerto y 1.480 toneladas de desplazamiento máximo, mide 67,10 m de eslora total, 9,16 m de manga, 5,95 m de puntal y 3,69 m de calado máximo. Estaba propulsado por una máquina alternativa de triple expansión, de 965 caballos de potencia, que tomaba vapor de dos calderas escocesas y mantenía una velocidad de 12 nudos con buen tiempo.
Construido en el astillero W. H. & Sons Ltd., en Middlesbrough, pertenecía la matrícula naval de Santa Cruz de La Palma y en su última etapa disponía de acomodación para 266 pasajeros. Tiene un historial marinero muy denso y representa de manera genuina a toda una época de la historia de la navegación en Canarias.

Fotos: archivo de Miguel Bravo y Juan Carlos Díaz Lorenzo
2 comentarios
Estuve viviendo en las Palmas en el 1985 y parte del 1986 y recuerdo ver el correillo de la Palma en la dársena del muelle deportivo, a un lado de la Av Maritima llamaba mucho la atención.
El correillo, yo estuve cuando niño muchas veces al costado del barco había un vigilante en el y siempre le decía que si me dejaba subir.