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El ferry “Volcán de Tamasite” entra en ASTICAN

El ferry “Volcán de Tamasite” se encuentra varado desde anoche en ASTICAN, donde se procederá a los trabajos de reparación de los daños sufridos en la proa tras el brutal impacto sufrido el pasado viernes contra el espaldón del muelle Nelson Mandela, apenas unos veinte minutos después de su salida del puerto de Las Palmas de Gran Canaria cuando se dirigía a Santa Cruz de Tenerife, con 140 pasajeros a bordo. En las fotos que acompañan podemos apreciar el estado en el que se encuentra.

Como sucede cada vez que se produce un accidente, suele ser el resultado de una suma encadenada de circunstancias negativas, aunque en este caso, afortunadamente, sólo ha quedado en daños materiales. Naviera Armas ha tenido mucha suerte. Una tripulación que ha cumplido con su obligación ante una situación de emergencia y unos agentes externos (rotura de muelle, rotura de tuberías de combustibles, petroleros cercanos…), que no se pusieron de acuerdo. 

Recogemos las opiniones de tres expertos. Roberto González Díaz, capitán de la Marina Mercante, ex titular del buque-hospital “Esperanza del Mar”, afirma que “será interesante conocer el informe técnico que deberá publicar la CIAIM. «Lecciones aprendidas para incrementar la seguridad» es la principal finalidad de tales Informes. El alcance de los daños materiales y personales son los que determinan la clasificación de «incidente o accidente».

«Un mínimo respeto a los profesionales a bordo que les ha tocado bregar con este mal trago, nos obliga a ser prudentes en cualquier tipo de opinión sobre lo ocurrido. Las referencias en las redes haciendo chanza de lo sucedido son algo inevitable en estos tiempos. A pesar de todo, todos deberíamos reflexionar sobre lo que está ocurriendo en el sector: excesiva confianza en los automatismos en detrimento de la cualificación de los profesionales. Las «lecciones aprendidas» no son más que la acumulación de la experiencia en años de ejercicio profesional a bordo de los buques, después de la formación en las Escuelas», afirma.

«Los programas de enseñanza náutica no deberían ignorar todo el buen hacer en lo regulado por las Sociedades Clasificadoras de prestigio. Se debe prestar más atención a los sistemas redundantes, a la generación de energía en emergencia para alimentar servicios esenciales, al grupo de baterías que en última instancia nos alimenta las comunicaciones de socorro, el telégrafo o la iluminación del compás magnético. Nada de esto nos vale si no disponemos de procedimientos y personal realmente implicado y conocedor del alcance que su buen hacer conlleva. Las condiciones laborales miserables hacen que cada vez sea más difícil encontrar profesionales que realmente comprendan y lleven a cabo  «la buena práctica marinera», que a todo el que se enrola en los buques cabe exigir. Afortunadamente todavía quedan los mamparos de colisión”.

Juan Cárdenas Soriano, jefe de máquinas e inspector de Compañía Trasatlántica, afirma que “debería estudiarse a fondo el origen, al margen de buscar responsabilidades si las hubiera, a bordo y/o quizás en tierra también, para que no vuelvan a ocurrir hechos tan lamentables y costosos. Seguro que la Sociedad de Clasificación correspondiente, la inspección del armador y su departamento de personal e Inspección de Buques, en conjunto y con nitidez, analizarán todo los hechos y actuarán en consecuencia cuando todo esté aclarado para evitar su repetición; estamos ante un buque de pasaje con todo lo que ellos significa”.

Juan Manuel Pérez Rodríguez, jefe de máquinas en petroleros de Elcano y buques de pasaje en Trasmediterránea, sostiene que «partiendo de la base de que todo son conjeturas, hay indicios. Todo parece indicar que el black-out se produce en las proximidades en el tiempo del «listo de máquinas» y cuando el ferry fuera de las limitaciones de velocidad de las aguas interiores del puerto da «todo avante”. Entiendo que en ese corto período de tiempo ocurre la incidencia que da origen al siniestro posterior. La desgracia es que el black-out se produce en el peor momento de la travesía, la suerte es que afortunadamente es de día».

Otra perspectiva de los daños sufridos, visto a fil de roda
Otra perspectiva de los daños sufridos, visto a fil de roda

Fotos: Pedro de la Fuente

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