Asegurada la rampa estanca y el cierre del yelmo de proa del buque “Volcán de Taburiente», Capitanía Marítima ha autorizado para que siga navegando en su servicio habitual, utilizando exclusivamente la rampa de popa para las operaciones de carga y/o descarga. Según hemos podido saber, la avería se produjo al partirse el pistón del cilindro de babor que abre la rampa. Finalmente, se consiguió el cierre mediante diferenciales y se pudo bajar el yelmo.
El buque “Volcán de Taburiente” ha realizado hoy la programación prevista en la línea Los Cristianos-La Gomera y esta noche se tratará de sustituir el cilindro roto por otro de respeto, que ha sido embarcado en una de las escalas en el puerto de Los Cristianos. Inicialmente se había pensado hacerlo en La Palma, aunque ante la posibilidad de que faltara tiempo finalmente se ha cambiado de decisión y es previsible que el equipo técnico trabaje toda la noche.
Anoche, tras producirse el incidente cuando el buque se disponía a atracar en el puerto de Los Cristianos, el capitán tomó la decisión de maniobrarlo y atracarlo de popa, lo cual permitió el desalojo del garaje en una maniobra lenta pero efectiva, debido a que la estiba se hace habitualmente en dirección a proa. La Autoridad Portuaria y la Guardia Civil contribuyeron a que la operación de desembarque se realizara con la mayor agilidad posible.
El buque “Volcán de Tauce” ha regresado a Las Palmas, para incorporarse esta noche a la línea de Puerto del Rosario. Ayer, el viaje procedente de La Palma a bordo de este barco tardó bastante más de lo habitual, tanto por su menor velocidad como por la demora que tuvo que hacer en la bahía de Los Cristianos, a la espera de que pudiera salir el buque “Volcán de Taburiente”. Y después siguió viaje a El Hierro, a donde llegó de madrugada.
El buque “Volcán de Taburiente”, construido en Astilleros Barreras, ha sido proyectado pensando en las características del puerto del sur de Tenerife, donde habitualmente opera de proa. El barco ha demostrado una considerable calidad, pues lleva diez años «de trote» y aunque ha tenido otras incidencias, como señala el capitán Enrique Guerrero, “los barcos están sometidos a mantenimiento preventivo continuo, lo que no excusa la rotura o deformación de algún elemento pues la fatiga de los materiales es, en algunos casos, imposible de detectar”.
Foto: Jorge Rodríguez Suárez