De nuevo en el puerto de Santa Cruz de Tenerife la gracia y la elegancia del buque-escuela mexicano “Cuauhtémoc”, embajador del país azteca que tiene una larga relación de amistad con Canarias. A su llegada, con sones de mariachis, ha desplegado la bandera nacional de grandes dimensiones como saludo al pueblo tinerfeño. Permanecerá atracado en la Dársena de Los Llanos hasta el próximo 20 de enero y en esta oportunidad viene bajo el mando del capitán de navío René Cano Ávila. Ocasión en la que el embajador de la República de México en España, Óscar Esparza Vargas, se ha trasladado a la capital tinerfeña y le asiste la cónsul en Canarias, María de los Ángeles Baca Herrejón.
El “embajador y caballero de los mares” regresa a su país después un largo viaje de seis meses de duración, que le ha llevado hasta la Expo Dubai, donde estuvo en noviembre pasado. En agosto de 2021 zarpó de México en su 41º crucero de instrucción con la previsión de visitar cinco países, entre ellos uno muy alejado: Emiratos Árabes Unidos. Su primer puerto en España fue Cádiz y al regreso de su viaje al Golfo Pérsico ha recalado en Barcelona y Valencia. Desde la mañana de ayer se encontraba dando vueltas y haciendo tiempo al norte de Tenerife para entrar esta mañana a la hora prevista.
El viaje del buque-escuela coincide con la celebración del Bicentenario de la Armada Mexicana y tiene la misión, además de la formativa, de estrechar los lazos de amistad del pueblo mexicano con otras naciones –en esta oportunidad España, Italia, Grecia, Emiratos Árabes Unidos y Brasil–, así como llevar un mensaje de paz y buena voluntad en los puertos y mares del mundo, además de ceñir relaciones académicas y culturales entre Fuerzas Armadas.
El cuerpo del escudo está constituido por dos círculos concéntricos: el exterior, a semejanza de un cabo de abacá, significa la jarcia de labor, elemento principal de la tripulación en las faenas de largar y cargar el aparejo. El círculo interior sirve para dividir concéntricamente la circunferencia total del cuerpo. La parte interna lleva en su centro la silueta del buque-escuela “Cuauhtémoc” por su babor y con todo el aparejo dado, navegando hacia el poniente, impulsado por el viento, situación que representa su primer viaje para incorporarse a su Patria.
En el anillo formado por los dos círculos se tienen dos inscripciones: una en la parte superior, que dice “Armada de Méjico”, institución de la cual forma parte y otra en la parte inferior que dice “Buque Escuela Cuauhtémoc”, su nombre oficial. El mismo anillo ofrece, en el punto oriente, la figura del dios del viento Ehéctal (en la mitología azteca), quien con su aliento impulsa al buque hacia el poniente. En el punto poniente aparece el Sol del crepúsculo vespertino; en el punto norte, intercalados en la inscripción, los astros siderales que hacen posible el conocimiento constante de su posición. Por último, en la parte superior del cuerpo, el águila del escudo nacional, que recuerda el origen del buque y su dotación.
Construcción número 187 de Astilleros y Talleres Celaya, en Bilbao, es un proyecto del ingeniero naval Juan José Alonso Verástegui y tomó forma en el plazo de un año. El 29 de julio de 1982 se enarboló el pabellón nacional mejicano y el 18 de septiembre siguiente –comandante, capitán de navío Manuel Zermeño del Peón– arribó en loor de multitud al puerto de Veracruz, donde una semana después, el 25 de septiembre, se celebró un acto oficial presidido por el entonces presidente de la República, José López Portillo.
Se trata del cuarto y último buque-escuela construido en el citado astillero bilbaíno, ya desaparecido. Aunque no son iguales, la serie se inició con el buque “Gloria”, para la Armada de la República de Colombia; “Guayas”, para la Armada de la República de Ecuador; y “Simón Bolívar”, para la Armada de la República de Venezuela, al que recordamos especialmente cuando en su viaje de entrega –comandante, capitán de navío Saúl Chacín Sánchez– hizo escala en el puerto de Santa Cruz de Tenerife.
La Armada de la República de Chile también tiene un buque de construcción española llamado “Esmeralda”, ex “Don Juan de Austria”, gemelo del buque-escuela “Juan Sebastián de Elcano”. España lo vendió a Chile para compensar las importaciones hechas desde el citado país en época de penurias económicas. Y el buque-escuela uruguayo “Capitán Miranda” también es de construcción española, aunque en su origen fue construido como planero. La Armada de la República de Perú tiene un nuevo buque-escuela llamado “Unión”, construido en el país andino sobre planos y asesoramiento técnico de ingenieros navales españoles.
El buque-escuela “Cuauhtémoc” es un barco bonito, elegante y bien proporcionado, aparejado de brick-barca, con tres mástiles y 23 velas –diez velas cuadras en los palos mayor y trinquete y trece velas de cuchillo–, que despliegan una superficie vélica de 2.368 metros cuadrados. Desplaza 1.800 toneladas y son sus principales dimensiones 90,50 m de eslora, 12 m de manga, 7,40 m de puntal y 5,40 m de calado. Para las operaciones en puerto y tiempos de calma chicha dispone de un motor principal, que le permite mantener una velocidad de ocho nudos.
Foto: Puertos de Tenerife y Nelson Bourne