Setenta años contemplan la existencia del Hotel Mencey, el más importante de Santa Cruz de Tenerife, convertido en un referente imprescindible que mantiene la esencia de un gran hotel clásico, urbano e impecable, fruto de una modernización muy cuidadosa finalizada en 2011. Su denominación actual es Iberostar Grand Hotel Mencey –que así se llama la cadena que gestiona su explotación–, tiene categoría de cinco estrellas y está situado en una zona estratégica de la ciudad, en la que hace esquina con la rambla de Santa Cruz y el parque García Sanabria.
El Hotel Mencey es uno de los iconos de la arquitectura del Mando Económico de Canarias y tiene el sello del notable arquitecto y urbanista tinerfeño Enrique Rumeu de Armas (1907-1978), que trazó en 1945 un edificio solemne de estilo neocanario, aunque introduce otras variantes. Se trata de una iniciativa del capitán general Francisco García-Escámez e Iniesta (1893-1951) y una de las obras icónicas del Mando Económico de Canarias. Remonta sus orígenes a 1945, cuando se decidió su construcción y ubicación y se compraron los solares correspondientes, que ocupan una superficie de 13.000 metros cuadrados.
En años de vacas flacas, en 1948 intervino el Cabildo Insular de Tenerife –en tiempos del presidente Antonio Lecuona Hardisson– y concedió un crédito por importe de tres millones de pesetas para su terminación. Inaugurado el 8 de abril de 1950, desde entonces se convirtió en el gran hotel de Santa Cruz de Tenerife, tras el cierre del hotel Quisisana e incluso de la isla, pues la oferta turística en Puerto de la Cruz estaba muy limitada. Ha sido ampliado y reformado en varias ocasiones y siempre ha mantenido ese regusto de elegancia y distinción.
A lo largo de su historia ha alojado a un número importante de todo tipo de personalidades y celebridades, ha sido escenario de grandes actos y celebraciones sociales y también conoció una etapa de decadencia, de la que renació gracias a los esfuerzos de los equipos del Cabildo Insular de Tenerife liderados por José Segura Clavell y Adán Martín Menis, entre 1987 y 1989. Ha sido, y sigue siendo, el hotel preferido para el alojamiento de las tripulaciones de los aviones, especialmente de Iberia, cuya relación forma parte indisoluble de su historia.
El Hotel Mencey acredita holgadamente su prestigio y su nivel en todos y cada uno de los servicios que ofrece. Tiene unos magníficos jardines, terrazas, salones y 286 habitaciones de alto nivel y confort, así como una reconocida cocina –de hecho, su comedor es punto de encuentro político, empresarial y social–, un excelente aparcamiento cercano y un personal excelente y cuidadoso, que contribuye con su esfuerzo y dedicación al éxito del establecimiento.
Fotos: colección Rafael Llanos Penedo. Nuestro agradecimiento