El consejo de administración de CAMPSA, en su reunión del 20 de agosto de 1970, acordó la convocatoria de concurso público para la construcción de dos buques de 6.400 toneladas de peso muerto. Aprobado mediante orden ministerial de 7 de septiembre, se presentaron solo dos astilleros: Empresa Nacional Bazán de Construcciones Navales Militares y S.A. Juliana Constructora Gijonesa.
La Empresa Nacional Bazán ofertó un precio neto por buque de 286.640.000 pesetas, con un tope de revisión de precios del 14% y una penalización de 700.000 pesetas mensuales sobre los plazos de entrega, de 27 y 32 meses, respectivamente.
El astillero Juliana, por su parte, ofertó un precio neto por buque de 229.500.000 pesetas, con una penalización de 600.000 pesetas anuales sobre unos plazos de entrega de 29 y 31 meses, respectivamente. No consta el tope de revisión de precios. En ambos casos se trataba de buques destinados al transporte de productos ligeros, con especial proyección para su operativa en los puertos del Cantábrico.
Mediante orden del Ministerio de Hacienda de 18 de febrero de 1971 se aprobó la adjudicación del contrato al astillero asturiano, con un precio final de 239.125.778 pesetas cada uno tras la revisión de precios por parte de la Subsecretaría de la Marina Mercante, incluidas primas y desgravaciones fiscales.
Debido a la considerable carga de trabajo que entonces tenía el citado astillero, los nuevos buques, bautizados con los nombres de “Campomiño” y “Camponavia”, serían alistados el 8 de octubre y el 30 de noviembre de 1973, respectivamente. Este último, como es conocido, se perdió en trágicas circunstancias el 26 de mayo de 1985, tras la explosión del petrolero “Petragen One” en el pantalán de la refinería de CEPSA en Algeciras, con doloroso saldo de vidas humanas.
En el caso que nos ocupa, construcción número 210 del citado astillero, el 23 de octubre de 1972 resbaló por la grada con el ceremonial de costumbre, actuando de madrina la señora María del Carmen Pichot, esposa del almirante Luis Carrero Blanco, entonces vicepresidente del Gobierno de España.
Buque de elegantes líneas marineras y muy balancero —como recuerda el capitán Antonio Doménech Ferrer—, en 1993 pasó a la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), antesala de su venta en 1995 a Boluda Fos S.L., etapa en la que navegó con el nombre de “Verónica B”. En alguna ocasión lo vimos en el puerto de Santa Cruz de Tenerife fletado por CEPSA, hasta que en 2000 se revendió a la sociedad Plankton Shipping Co. Inc., siendo abanderado en St. Vincent & Grenadines con el nuevo nombre de “Leela”. Por último, en 2004 se revendió a intereses de la India renombrado “Varshan” y el 1 de junio del citado año arribó a Alang, donde cuando días después comenzó su desguace.
De 4.222 toneladas brutas, 2.154 toneladas netas y 6.452 toneladas de peso muerto, medían 123,68 m de eslora total —116 m de eslora entre perpendiculares—, 16,54 m de manga, 7,42 m de puntal y 6 m de calado máximo. En doce tanques tenía una capacidad de carga de 8.600 metros cúbicos y estaba propulsado por un motor Burmeister & Wain con una potencia de 3.850 caballos sobre un eje, que le permitía mantener una velocidad de 13,5 nudos. Figuraba inscrito en la matrícula naval de Gijón. Código IMO 7231127.
Bibliografía:
Díaz Lorenzo, Juan Carlos (2006). La estela del petróleo, p. 192. Consejería de Industria, Comercio y Nuevas Tecnologías del Gobierno de Canarias, Santa Cruz de Tenerife.
Martínez Gil, Alfonso (1977). Cincuentenario de la flota del Monopolio de Petróleos 1927-1977, pp. 76-77. CAMPSA, Madrid.
miramarshipindex.nz
Foto: Julián de Lucas para puentedemando.com
7 comentarios
Toda la flota de la Campsa era pura elegancia. Con todos los colores en su sitio, con la linea de flotación perefectamente pintada. Cuando navegaba en la compañia, eran famosas las historias de las entradas en Pasajes (reflejada en la foto) *con mal tiempo, ni que decir tiene con barcos provistos de sable y con inversión de atrás.
Gracias por la reseña.
Ese fue uno de los barcos en los que mi padre navegó. Fue maquinista en Campsa. Me suena que cuando él estuvo embarcado hacía la ruta entre Algeciras y Sevilla. Preciosa.
Eso fue antes del accidente del accidente del «Petragen One» que mencionas del que recuerdo comentar los nombres del compañeros suyos muertos y de un trabajador de Cepsa que nos hacía el favor de acercarnos con un Land Rover hasta el barco para no tener que ir andando.
Han pasado muchos años desde aquello.
Un saludo.
Que bonitos los barcos de campsa. En Almería, el muelle de levante era conocido como «los petroleros» ya que allí se atracaban los barcos de campsa. Yo siempre me acuerdo del CAMPODARRO que tenía puente en el centro y que ustedes ya hicieron un reportaje. Gracias por estos artículos.
Que bonitos los barcos de campsa. En Almería, el muelle de levante era conocido como «los petroleros» ya que allí se atracaban los barcos de campsa. Yo siempre me acuerdo del CAMPODARRO que tenía puente en el centro y que ustedes ya hicieron un reportaje. Gracias por estos artículos.
Que barcos más preciosos y que habilitación para toda la tripulación (oficiales y subalternos)igualito a lo que se construye en la actualidad.
Tanto el Campomiño como el Camponavia solían hacer las reparaciones y mantenimiento en seco, en el dique flotante de Astilleros Luzuriaga (hoy Zamacona Pasaia) en Pasajes, y el ultimo viaje del Camponavia, fue una vez saneado y pintado en Pasajes, en lastre a Algeciras para cargar, pero…
Preciosos y elegantes buques. De pequeño mi abuelo me llevaba a pasear e íbamos hasta puntas a admirar la entrada y salida de los barcos. Y qué decir de las fotografías tomadas desde el monte Ulía de la entrada de Pasajes… Un tío de mi padre contaba que en las oficinas centrales de Lauritzen Bulkers tenían un mural enorme con la fotografía de uno de sus graneleros entrando en Pasajes con toda la ladera de Jaizkibel nevada…
Feliz navidad y próspero año nuevo