Además de Iberia, AVIACO y TransEuropa, el avión francés Caravelle formó parte también de la aerolínea española Trabajos Aéreos y Enlaces (TAE), iniciando así la segunda etapa de su existencia apoyándose –como señala Ángel Osés– en dos modelos suficientemente probados: Douglas DC-8 alquilados a UTA y Caravelle procedentes de Sterling, compañía con la que siempre mantuvo buenas relaciones. En el caso de TAE fueron tres aviones Sud-Aviation SE-210 Caravelle 10 B3.
El que nos ocupa, matrícula EC-CMS, ex OY-STD, voló para la citada aerolínea española entre 1975 y 1981, año en el que se devolvió a Sterling, que era su propietaria. Número de serie 238, se estrenó en 1968 y acabó su vida aeronáutica como banco de ejercicios contraincendios hasta su desguace en junio de 2015 en Kastrup.
La producción del avión Caravelle asciende a 282 unidades en sus diferentes versiones, entre 1958 y 1972. Se trata del primer avión turborreactor comercial construido en Francia y se presentó con una elegante figura y dos motores situados en la parte posterior del fuselaje, disposición que sería utilizada posteriormente en otros aviones de éxito, como el Douglas DC-9, BAC One-Eleven, Vickers VC-10, Boeing B-727, Hawker Siddeley Trident e Ilyushin Il-62.
Foto: vía José María Hernando [Compañías españolas de ayer]