El doctor Facundo Hernández Cabrera, in memoriam

El doctor Facundo Hernández Cabrera falleció la pasada madrugada en Santa Cruz de Tenerife, ciudad de su residencia, a la edad de 88 años. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona (1959), realizó su especialidad en Traumatología en Inglaterra y ejerció su profesión en la Residencia Sanitaria “Nuestra Señora de la Candelaria”, además de la Clínica Quibey, así como en su propia consulta de la calle Méndez Núñez, todo un referente de su sólido prestigio profesional en la capital tinerfeña.
Nacido en Fuencaliente de La Palma en 1931, primogénito de Antonio Hernández de Paz y Esperanza Cabrera Hernández, estudió guiado por la influencia del maestro nacional y alcalde Emilio Quintana Sánchez, que tenía su escuela en el barrio de Las Indias, donde residía la familia Hernández Cabrera. Aunque su intención inicial era estudiar Veterinaria, el consejo de su primo hermano el doctor Pedro Hernández Torres hizo que se inclinara por la carrera de Medicina, desplazándose a la Universidad de Barcelona donde realizó sus estudios con notable aprovechamiento.
Hombre esencialmente bueno y generoso, el doctor Facundo Hernández Cabrera cumplió fielmente el juramento hipocrático que marcó el punto de partida de su exitosa carrera profesional. Estudioso incansable, profesional honesto e intachable, siempre atento a la evolución de su especialidad, representa con dignidad a toda una generación de jóvenes que consiguieron sus anhelos y sus metas a base de esfuerzo, trabajo, sacrificio y dedicación, siempre fieles y constantes a su vocación.
De su magisterio fecundo y su herencia vital le siguen sus hijos Ana, Antonio –médico cirujano traumatólogo, al igual que su padre– y Tomás Hernández Lecuona, fruto de su matrimonio con María Estela Lecuona Fernández. Al igual que su sobrino el doctor Pedro Camacho Hernández, ejerciente en la ciudad de Los Llanos de Aridane, continuador de una arraigada vocación por la Medicina que caracteriza al tronco familiar que tiene sus orígenes en Fuencaliente de La Palma, pueblo al que Facundo Hernández Cabrera siempre llevó consigo con especial latido emocional.
Descanse en paz.
Foto: cedida