El periódico económico nacional Cinco Días, en su edición de hoy, centra su atención en el papel que tiene el astillero Tenerife Shipyards, una empresa de servicios y asistencia técnica al sector naval que factura 30 millones de euros anuales y emplea a algo más de 300 personas. Como conocen nuestros lectores, se trata de la segunda empresa de reparación naval en Canarias y en la entrevista que mantiene con su director, Jonathan Pérez Padrón, salen a relucir varias cuestiones de interés.
Preguntado por el dique flotante que Tenerife Shipyards proyecta situar en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, Pérez Padrón afirma que “traer el dique flotante será una gran victoria. Pero no estará operativo, si todo va bien, hasta 2020. Confiamos en que, para finales de año, tengamos resueltos los trámites que la Autoridad Portuaria de Tenerife demoró en elevar a Madrid. Actualmente estamos pendiente de que el Ministerio de Fomento nos dé el visto bueno”.
“Este dique –prosigue– permitiría que en la isla de Tenerife se realicen reparaciones en seco, actualmente no es posible. Permitiría diversificar la economía y competir en igualdad de condiciones con Gran Canaria. Pero sobre todo, sería una victoria contra el lobby que hay actualmente establecido desde que se realizó la privatización de Astilleros Canarios, propiciando el cierre de Astilleros de Tenerife. Esto derivó en la creación de un monopolio que, además, ejerce presión sobre todas las asociaciones empresariales al mantener un modelo de subcontratación. Luchar contra este lobby ha provocado que solo encontráramos retrasos y negativas injustificadas desde nuestra solicitud del dique en 2013”.
Y agrega que “a nosotros, como empresa, nos daría estabilidad, afianzar la posición de los trabajadores y aumentar la plantilla. Vamos a generar de 800 a 1.000 puestos de empleo, algunos de ellos indefinidos”.
Sucede, además, que “tenemos planeado también la instalación de un dique flotante en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, que será fruto de la ampliación de la línea de atraque proyectada en el plan de empresa de la Autoridad Portuaria de 2018 y que, lamentablemente, aún no se ha licitado, siendo una de las pocas obras contempladas en este plan que todavía no se ha iniciado”.
Advierte, al respecto, que durante estos últimos años, “los trámites se han ralentizado de una forma exagerada. Por ejemplo, para dar respuesta a la solicitud de autorización temporal de un espacio en el puerto, han llegado a tardar más de tres meses. Esta ralentización, en contra de la intención de la norma, supone un inconveniente para todos los operadores del puerto, llegando incluso a causar perjuicios económicos al no poder ejecutar los proyectos que motivan la solicitud de concesión temporal del espacio”.
A la afirmación de que el Grupo Hidramar es una de las pocas compañías capaces de generar empleo y actividad económica en Canarias, Pérez Padrón dice que “somos una compañía con un modelo empresarial diferente: apostamos por la ingeniería, por la tecnificación, por el desarrollo de nuestro personal contratado, algo que no permite el modelo de subcontratación. Priorizamos la contratación de talento canario. Al eliminar la figura del intermediario nos permite ofrecer unas mejores condiciones laborales. Hemos incorporado tecnologías nuevas, como el escaneado 3D, el análisis por elementos finitos, la realidad virtual, etc., que han servido para posicionarnos dentro del sector Oil & Gas como una compañía que compite en primera línea con otras empresas a nivel mundial».
Jonathan Pérez Padrón enfatiza que el Grupo Hidramar, que nació hace 30 años en Las Palmas de Gran Canaria, “sigue plenamente operativo en el Dique Reina Sofía. En Tenerife, la pérdida de los anteriores astilleros supuso un impasse en la economía de la isla y nosotros estamos reactivando el sector. Gran Canaria es un puerto muy conocido en reparación naval, y eso nos garantiza un buen flujo de trabajo. El gran equipo comercial del que disponemos consigue atraer actividad tanto para Tenerife como a Gran Canaria. El increíble equipo consigue no solo entregar los proyectos en tiempo y forma, sino dejar al cliente tan contento como para repetir. Por ejemplo, una de las últimas victorias ha sido la atracción del tercer proyecto del grupo internacional Seadrill para el Grupo Hidramar en los últimos tres meses”.
El director de Tenerife Shipyards recuerda que “actualmente somos el segundo operador de reparación naval en Canarias e invertimos parte del presupuesto en especializarnos y certificar nuestras buenas prácticas empresariales. Por ejemplo, somos la única empresa canaria de reparación naval que cuenta con certificaciones del American Petroleum Institute (API)”.
Foto: Cinco Días