El dique flotante “Ercolino IV”, que en su día adquirió Palumbo Shipyard Tenerife y que desde hace algo más de dos años y medio se encuentra atracado en el puerto industrial de Granadilla, será desguazado antes de que finalice 2020 y no se descarta que sea “in situ”. En realidad, como conocen nuestros lectores, se trata de la mitad de un dique flotante de considerables dimensiones, pues la otra mitad se partió en dos cuando era remolcado a Tenerife desde el sur de EE.UU.
A su llegada en enero de 2018, el remolcador chino “De Zhou” que trajo la mitad del dique flotante estuvo detenido por orden de Capitanía Marítima hasta que se aclararon las circunstancias. Parece ser que la rotura estuvo motivada por los efectos del huracán “Irma”, que lo partió en dos mitades después de su salida el primero de septiembre de 2017 rumbo a Tenerife. Después, espaciado en el tiempo, fueron apareciendo algunos trozos de la otra mitad.
Algunas fuentes dicen que el otro medio dique “apareció” en Jamaica. Cabe la posibilidad de que el remolque se rompiera en medio del temporal, o que la tripulación del remolcador lo largara ante el riesgo que suponía para su propia supervivencia en tales condiciones. El hecho de que el dique flotante quedara a merced del huracán, sometido a importantes esfuerzos, acabó propiciando su rotura en dos mitades y cuando amainó la tripulación consiguió hacerse con medio dique, con el que se presentó en Tenerife.
El medio dique que se encuentra atracado en Granadilla no tiene utilidad, su estado de conservación es deficiente y su estructura muestra daños de importancia. Dos veces en semana es preciso achicar el costado de babor, debido a problemas de estanqueidad. No parece que sea viable el remolque a otro puerto, dado el riesgo que se hunda por el camino y los costes que ello acarrearía.
El dique, en su origen, medía 274,32 m de eslora y 79,24 m de manga y tenía una fuerza ascensional para buques de 80.000 toneladas de peso muerto. Se trata de un pontón monolítico y quince bloques verticales, construido en 1967 en EE.UU. Desde su puesta en servicio perteneció al astillero Avondale, donde se encontraba inactivo desde 2014 cuando tres años después fue adquirido por Palumbo Tenerife Shipyard, una empresa de capital italiano que fracasó en su intento de dotar a Tenerife de un astillero de reparaciones navales situado en el puerto de Granadilla.
Fotos: Marcos J. Hernández