La construcción y transformación de los buques “Castillo de Lopera” y “Castillo de La Luz” fue consecuencia de la denominada “Operación Elcano”, uno de los desafíos tecnológicos de mayor calado acometidos por la industria naval española en la década de los años ochenta. En el astillero de la Empresa Nacional Bazán, Ferrol, fueron construidos dos “buques híbridos” que habrían de recibir las secciones de popa propulsadas por turbinas de vapor de los petroleros en servicio, mediante el corte y ensamblaje de las mismas a la altura del mamparo de máquinas y, en operación inversa, las secciones de popa de los nuevos “caper” equipadas con motores diésel pasarían a formar parte de los petroleros “Castillo de Lorca” y “Castillo de Montearagón”.
La quilla del primero de los nuevos buques, que recibió el nombre de “Castillo de Lopera”, se puso en grada el 21 de diciembre de 1981 y la botadura se efectuó el 28 de enero de 1983, con la particularidad de que ostentaba dicho nombre en las amuras y el de “Castillo de Montearagón” en la popa. La entrega sufrió un retraso considerable sobre las previsiones iniciales debido a la conflictividad laboral por la que atravesaba la Empresa Nacional Bazán, de modo que el 11 de junio de 1985, verificadas sus pruebas de mar, se procedió a su entrega oficial.
La construcción número 187 del astillero ferrolano corresponde al penúltimo buque mercante construido hasta entonces en la citada factoría, abriéndose a continuación un largo paréntesis de treinta años en el que solo fueron construidos buques militares. Con el nombre elegido rendía homenaje a una fortaleza situada al oeste de la provincia de Jaén, que remonta sus orígenes al primer tercio del siglo XIII.
La situación del mercado en el que operaban estos buques, así como los fletes y la rigidez del suministro del bunker (carbón que se desmenuzaba y se adaptaba a las exigencias de las calderas), evidenciaron algunas dificultades para una operación rentable de los mismos. Ambos navegaron en tráficos de carga distancia entre África y norte de Europa atendiendo fletes de diversos clientes multinacionales, hasta que el boicot comercial que afectó a Sudáfrica por el “apartheid” provocó un cambio de fletes con destino a los puertos españoles en Carboneras, Tarragona, Algeciras y Gijón, con cargas de carbón térmico.
En 1996 se procedió a una segunda operación “cortar y pegar”, consistente en el ensamblaje de las secciones de popa de los petroleros “Castillo de Lorca” y “Castillo de Montearagón” y las secciones de carga de los “bulkcarriers” “Castillo de Lopera” y “Castillo de La Luz”, así como el desguace de aquellas, lo que dio origen a los nuevos “caper” de propulsión diésel “Castillo de Simancas” y “Castillo de Belmonte”, respectivamente. La sección de carga del “bulkcarrier” “Castillo de Lopera” fue desguazada en Chittagong, a donde arribó en abril del citado año.
De 81.035 toneladas brutas, 47.335 toneladas netas y 154.000 toneladas de peso muerto, medía 274,33 m de eslora total –258,33 m de eslora entre perpendiculares–, 46 m de manga, 24 m de puntal y 18 m de calado. Disponía de diez bodegas –una de ellas actuaba como carbonera para el consumo propio– con una capacidad total de carga de 155.593 metros cúbicos y estaba propulsado por dos turbinas Kawasaki UA-350, fabricadas bajo licencia en los talleres de la Empresa Nacional Bazán en Ferrol. Tomaban vapor de dos calderas de alta presión, una de las cuales quemaba carbón pulverizado y desarrollaba una potencia de 25.000 caballos sobre un eje, lo que le permitía mantener una velocidad de 15,5 nudos. Código IMO 7386996.
Bibliografía:
Díaz Lorenzo, Juan Carlos y Queralt del Hierro, Pilar (2018). Empresa Naviera Elcano y castillos de España. pp. 165-176. Edición no comercial. Barcelona.
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