De nuevo en el puerto de Santa Cruz de Tenerife la presencia del buque de guerra belga “Godetia” (A-960), del que es visitante desde hace cincuenta años. A su llegada esta mañana fue recibido por el cónsul de Bélgica en Tenerife, Herman Declercq, quien cumplimentó a su comandante, capitán de corbeta Luc Desanghere. Regresa de una patrulla de seis semanas por aguas del Golfo de Guinea, donde ha realizado entrenamiento con la Guardia Costera de Cabo Verde y la entrega de material docente en Banjul y continuará viaje a Dublín (Irlanda) antes de regresar a su base en Zeebrugge (Bélgica).
Este viejo amigo del puerto tinerfeño entró en servicio en 1966 y está previsto que siga en servicio hasta 2020. Construido en el astillero Boelwerf, Temse (Bélgica), desplaza 1.700 toneladas estándar en un casco de 92 m de eslora, 14 m de manga y 3,60 m de calado máximo. Está propulsado por cuatro motores Caterpillar que suman una potencia de 5.400 CV y le permite una autonomía de seis mil millas a una velocidad económica de 15 nudos, aunque puede alcanzar una máxima de 19 nudos. El armamento es de tipo convencional y dispone de alojamiento para 95 tripulantes.

Fotos: Sergio Hernández de León